El Atlético de Madrid remontó ayer un gol en contra de su exjugador Fernando Torres en Stamford Bridge y, tras una primera parte igualada, arrolló al Chelsea en la segunda para volver a clasificarse 40 años después para una final de la Liga de Campeones, que disputará en Lisboa ante el Real Madrid el 24 de mayo. Adrián López, instantes antes del descanso, Diego Costa, que marcó desde los once metros tras caer derribado en el área por Samuel Eto'o, y Arda Turan, que sentenció la eliminatoria a veinte minutos del final, sellaron la histórica victoria del conjunto de Diego Simeone.

Ante los cerca de 3.000 aficionados españoles desplazados a Londres, el Atlético noqueó al conjunto inglés, que había decidido asumir mayores riesgos que en la ida (0-0) y se vio sorprendido por los visitantes, que defendieron con solvencia y aprovecharon sus ocasiones en el ataque. El Chelsea, que en el Vicente Calderón apostó por cerrar espacios en el último tramo del campo y esperar allí a los de Simeone, cambió de cara en casa y se mostró al inicio más abierto. Como en la ida, Mourinho confió en la inspiración de Torres ante su exequipo para el ataque, pero en esta ocasión el Niño no se encontraba tan solo en punta como en la ida, sino que corría resguardado por jugadores como el belga Eden Hazard, que ayer mostró su cara más gris. Con todo, y a pesar de la ausencia de Gabi, el Atlético se sentía cómodo sobre el césped y cortaba los avances del equipo inglés antes de que pudieran inquietar al portero Thibaut Courtois.

Fue el conjunto español el primero que levantó al público de sus asientos, en el minuto 5, con un disparo de Koke que se estrelló en el larguero. Los de Mourinho solo habían creado peligro con una falta que Willian lanzó por encima del larguero hasta que Torres, a pase de César Azpilicueta, asestó un duro golpe al Atlético, el club con el que firmó su primer contrato profesional y en el que militó siete temporadas. Pasada la media hora, Willian burló a dos defensas en la esquina derecha del campo para llevarse un balón que acabó en los pies del exlateral del Osasuna. Azpilicueta cruzó un balón que Torres conectó al primer toque y que cambió de trayectoria al rozar a Miranda antes de superar a Courtois. Torres no celebró un gol que tampoco desequilibró al equipo de Simeone. Tan solo diez minutos después, el conjunto español devolvió el golpe con un remate de Adrián, la apuesta de Simeone en el once. Turan lanzó un balón hacia Juanfran, que entró por la derecha y centró al centro del área, donde el delantero superó al veterano Schwarzer.

Mourinho, obligado a salir al ataque, sentó al defensa Cole para situar en punta a Eto'o, que en su primera acción hizo estallar definitivamente el partido. El camerunés derribó en el área a Diego Costa, que hizo el segundo desde los once metros. Para rematar, Turan aprovechó un balón rechazado del larguero para sellar un 1-3 que obligaba a los de Mourinho a marcar tres imposibles tantos para darle la vuelta a una eliminatoria que ya tenía color rojiblanco.