La revitalización de la cabra montés ha sido el punto de encuentro de los distintos agentes naturales de Aragón. El gobierno autónomo, las federaciones de caza y pesca, diversas sociedades de cazadores y los Agentes para la Protección de la Naturaleza han mantenido los primeros contactos para analizar las circunstancias originadas por la presencia de la cabra montés en la cabecera del Guadalope Aliaga.

En la reunión se estudió unificar criterios en cuanto al control de enfermedades por medio de la recogida de muestras, elaboración de censos, periodos hábiles de capturas, planes técnicos y revisiones, y la difusión de la cabra montés.

En la actualidad se realizan controles sanitarios en Villarluengo y Aliaga, en colaboración con la Facultad de Veterinaria de Zaragoza. Ello permitirá el conocimiento de su estado y de las afecciones de enfermedades tan graves como la sarna.

Al mismo tiempo, resulta fundamental la implicación de los titulares de los cotos, por el conocimiento que tienen de la zona. Lo deseable, apuntan, sería ejecutar dos censos al año, uno en invierno (primeros días de enero) y otro en primavera (durante el mes de abril). Hasta el momento se ejecuta uno cada dos años y se ha llegado a la conclusión de que es insuficiente.

Por medio de esta serie de jornadas se pretende modificar y ampliar los periodos hábiles de caza adecuándolos a las características biológicas de la especie y a las necesidades de la ordenación de este recurso. Se propone que el periodo de captura más idóneo sea del 1 de diciembre al 31 de marzo, para las hembras, y del 1 de diciembre al 31 de mayo, para los machos.

Por último, todos los colectivos implicados en su gestión desean difundir la importancia y necesidad de dar a conocer esta especie, en un ámbito de trabajo que supere al del propio coto, por medio de charlas o foros de debate.