Problema acabado. Al menos de forma parcial, porque aún queda pendiente lograr una salida de la forma más amistosa posible, teniendo en cuenta lo que se han tensado las relaciones, con Movilla, Paredes y José mari. La Asociación de Futbolistas Españoles confirmó ayer que las demandas por impago de los tres, que interpusieron el día 2, ya están solucionadas. Desde el club se asegura que, dado que no retiraron las demandas, se pagó ayer a los futbolistas las cantidades, correspondientes a la primera parte de la ficha --de junio a diciembre--, ya que las nóminas de ese mes pasado fueron abonadas a toda la plantilla esta semana. Mientras, en la AFE y en los tres jugadores se habla simplemente de asunto resuelto, sin entrar en detalles, que podrían ser el acuerdo con alguno de ellos más que el pago. Paredes podría ser ese caso.

El caso es que el Zaragoza, según su versión, dio orden de pago por la mañana de las cantidades adeudadas: 16.398 euros en el caso de Movilla, 21.360 en el de José Mari y unos 60.000 euros, que serían netos, en torno a 100.000 brutos, para Paredes, que no tiene como los otros dos la mayor parte de las cantidades de la ficha prorrateadas en las nóminas. Alguno de ellos, como Movilla, sí confirmó el cobro.

El fin del problema supone que el Zaragoza, sobre el límite del plazo, que acababa anoche, solucionó el problema, ya que existía el peligro de que se le aplicase el artículo 192,3 del Reglamento General de la Federación por el que se establece la suspensión de los derechos federativos y, en concreto, la imposibilidad de fichar más en enero.

Al margen de la tensión, más que palpable en el caso de Pitarch y Movilla, y el agravio que es que los tres futbolistas que han demandado puedan estar al día en los cobros, mientras que al resto de la plantilla se le adeude la parte de la ficha, el Zaragoza tratará de buscar una salida con los tres para ahorrarse unos 500.000 euros en salarios. Paco Herrera, que dijo que pensaba contar con ellos, cambió ese discurso y les anunció que no iba a hacerlo después de que interpusieran la demanda por impago. De hecho, ya no viajaron a Gijón y, si se mantiene la decisión, seguirán fuera de las convocatorias, pero el club sí que permite que se entrenen con el resto.

Pitarch ya ha estado reunido con Quilón, agente de Paredes, en concreto el jueves de la semana pasada y los contactos entre ambas partes han seguido en ésta. La idea del club es que Paredes se vaya, pero el jugador desearía seguir. Como mucho, estaría dispuesto a renunciar a la temporada opcional que tiene en caso de alcanzar los 14 partidos oficiales. Quilón, y en menor medida Paredes, han tenido una actitud dialogante con el Zaragoza para buscar una solución y hasta según la versión del club se comprometieron a retirar la demanda, algo que también en el Zaragoza se asegura que no hicieron al final.

El caso de Movilla es el de más difícil solución, porque también es el que más enquistado está, cruce de declaraciones con Pitarch incluidas. Al Pelado le queda hasta junio y un año más y ahora las posiciones están muy alejadas. El interés del Sporting, trascendido en la conversación entre clubs antes del partido en Gijón, se ha quedado en nada. De hecho, el club gijonés admite de forma abierta que ni se ha planteado su fichaje. En el caso de Movilla es en el que el despido planea como posibilidad más real, aunque en el club se insiste en que esa no es la solución que se piensa ahora.

Con José Mari se espera que no haya muchos problemas. Con su agente, Rafa Rodríguez, se viene hablando desde la semana pasada intentando encontrar una solución rápida. Le queda hasta junio y otro año más y el Girona, que se interesó por él, ha congelado de momento ese interés. Con todo, esa vía no está rota.