Llega la Semana Santa y con ella las procesiones y el desembarco de los aficionados a la montaña en el Pirineo. Las temperaturas van a subir, el día alarga y la modalidad que va a ser más practicada es el senderismo. Se da el caldo de cultivo ideal para que aumenten los accidentes de personas imprudentes y sin preparación.

Ansiosos por alejarse de la ciudad tras las monótonas y cansadas jornadas laborales, los aficionados podrán relajarse en la naturaleza y contarán con buen tiempo durante casi toda la Semana Santa. «Se prevé sol y calor. El flujo de viento norte terminó el jueves y subirán un montón las temperaturas máximas. Tendremos unas máximas en el valle del Ebro de 26 grados y en el Pirineo de 16. La isoterma de cero grados que estaba a 2.400 subirá a los tresmil», indica Jorge García-Dihnix, responsable del blog lameteoqueviene.es y autor de varios libros de esquí de montaña. «Incluyo en el blog la meteorología para el valle del Ebro y el Pirineo. Lo suelo poner los martes y jueves», indica. García-Dihnix afirma que «mañana llegará el flujo de viento sur y hará más calor. La borrasca se estanca en las Azores, pero no parece que vaya a entrar y el anticiclón se refuerza. Hasta el Viernes Santo pinta que habrá temperaturas cálidas. A partir de entonces pueden darse tormentas por las tardes en el sur de Aragón. El Pirineo se ve bastante seco toda la Semana Santa», explica.

Este año hay mucha nieve a gran altura. «Pero en cotas medias y bajas, con las últimas lluvias, se ha ido bastante. En caras norte hay por encima de los 1.600 metros y en las sur habría que subir hasta los 1.800 metros. En el Balneario de Panticosa, a partir de los 1.900 metros, hay que calzarse los esquís. En las caras nortes, a 2.400 metros, hay más de dos metros de nieve y sobre todo en el Pirineo Occidental y Central, que ha nevado un poquito más que en el Oriental».

La última nevada importante cayó el pasado fin de semana. «Fueron 40 centímetros en el Pirineo Central hasta el Balneario de Panticosa. En las últimas tres semanas han caído tres nevadas importantes y eso ha mantenido espesores buenos», explica. El año pasado no era muy diferente a este. «Había también buenas condiciones en cotas medias y altas. Hubo varias nevadas de sur que mejoraron mucho el manto nivoso. Ahora no hay nieve en Lizara o en Casa de Piedra. Sin embargo, en Respomuso hay metro y medio, en Góriz un metro y 15 centímetros y en Cap de Llauset hasta 1,64», indica.

La primera recomendación es llevar equipamiento de montaña si se quiere subir a los refugios de Góriz y de Ángel Orús. «Hay que llevar crampones y piolet. Por la mañana la nieve estará dura porque hay buen rehielo, pero a partir de mediodía te hundes y hay que llevar esquís o raquetas. Estamos a comienzos de abril y hay mucha nieve», indica.

Luis Masgrau, presidente de la Federación Aragonesa de Montañismo, da algunas recomendaciones para la Semana Santa. «Hay que tener mucho cuidado. Aunque las temperaturas sean primaverales, la montaña de dos mil metros hacia arriba está en condiciones invernales. Puede haber caídas por deslizamientos y un resbalón puede ser complicado. Hay que llevar las máximas medidas de seguridad como el ARVA, la pala, la sonda, el detector de víctimas de avalanchas porque hay mucha innivación todavía», dice Masgrau.

Excursiones fáciles

Lo ideal es realizar excursiones por cotas más bajas. «El que no tenga mucha experiencia en la montaña invernal puede ir por senderos balizados por debajo de la cota de 2.200 metros. El Prepirineo, la serranía turolense, el Moncayo y Javalambre tiene itinerarios espectaculares. Por ejemplo, es preciosa la vuelta a los Mallos de Riglos, subir a las Lagunas de Basacol desde Alquézar o ir por el bosque de Turieto en Ordesa. Los refugios de menor cota ofrecen itinerarios muy interesantes y se puede ir con niños a conocerlos y a comer». Masgrau realizará estos días una mezcla de procesiones y senderismo. «Combino Zaragoza, Huesca y Teruel. Iré a Báguena, Anento, Arguilay y Luco de Jiloca, también veré alguna procesión en Zaragoza y haré un paseito por la zona de Alquézar», afirma Masgrau.