El golpe en la mesa de los dirigentes del Madrid, encaminado a intentar que el equipo pueda agarrarse a la Liga, amenaza con volverse en su contra. Los jugadores están al borde de la rebelión tras la decisión del club. Entienden que la entidad apunta directamente a ellos por los fracasos en Copa y en Champions, cuando la realidad apunta directamente a un gran fracaso en el proyecto de esta temporada. A ello hay que unir la intención de la directiva de tenerles controlados para evitar sus salidas nocturnas.

No estaba preparado el club blanco para una hecatombe como la que ha padecido en menos de un mes. La idea de encerrar al equipo en un retiro dorado puede tener un efecto absolutamente distinto al que se persigue. Los jugadores no paran de lamentar la decisión del club, que ha bordeado el fiasco. Querían intimidad y ayer se agolparon más de un millar de aficionados ante la atónita mirada de Jorge Valdano, que observó cómo algunos aficionados se saltaron el control policial dando origen a un gran alboroto. Esa circunstancia obligó a Valdano a pensar en buscar otro campo para el ensayo de hoy. Hasta allí irá también Ronaldo, que sigue en proceso de recuperación.

APARENTAR CALMA Eso sí, los jugadores de puertas afuera quiere aparentar una cierta clama, aunque desde que pusieron el pie en la concentración reflejaron su tremendo malestar. "Hemos tenido tiempo para reflexionar y hablar. Siempre estuvimos unidos, pero desde ahora mucho más. En nuestra mente sólo está ganar el derbi para meternos en la lucha por la Liga y compensar a la gente de las dos últimas derrotas", declaró Raúl.

Sobre la concentración en La Manga, alejados de sus familias, el delantero ofreció su versión más diplomática: "Han creído oportuno cambiar la tendencia del trabajo. Tuvimos una reunión con el entrenador en la que nos explicó la decisión, le hicimos ver nuestro punto de vista y al final nos convenció de que era lo mejor. Lo acatamos".