Superioridad. Esa fue la sensación que dejó el Huesca en su regreso al Alcoraz ante el Deportivo de Anquela. Los de Míchel dominaron el partido desde el primer minuto y consiguieron su segunda victoria de la temporada de una manera más que solvente. Además, el conjunto azulgrana mostró sus señas de identidad que tanto agradan a su técnico y que pueden hacer muy atractivo acercarse al estadio oscense cada semana.

El Huesca quiso dominar el partido desde el pitido inicial. Pedro López y Eugeni por Miguelón y Juan Carlos fueron los únicos cambios respecto a la victoria en Gran Canaria. Sin renunciar a jugar el balón desde el mismo pico del área pequeña, los oscenses no dejaron de insistir en hacer daño a su rival. La movilidad de Eugeni y Mikel Rico se añadió a la libertad de Raba en tres cuartos para insistir en hacer daño por la banda derecha donde Pedro López volvió a su juventud en las insistentes subidas. Los de Anquela parecían noqueados desde el principio y no pararon de achicar agua en todo momento.

Sin aparecer en el partido, los deportivistas dieron el primer susto a la afición oscense. Una falta lateral que Koné cabeceó a gol pero el asistente levantó el banderín para anular la jugada. Esta acción despertó todavía a un Huesca superior pero sin acierto en los metros finales. La insistente presión oscense en campo contrario recogió sus frutos en el ecuador de la primera mitad. Mikel Rico forzó un despeje defectuoso de Gaku dentro del área que aprovechó Escriche para que Eugeni abriese el marcador con un disparo raso.

El gol oscense no hizo que los gallegos se despertasen de su letargo. Los de Míchel olieron la sangre y subieron el ritmo en busca del segundo ante el sufrimiento del Deportivo, que solo atisbaba algo de peligro con el solitario guerrero Koné. El Huesca sacó el metronómo para controlar el ritmo del partido. En el añadido, Raba, después de una sobresaliente primera parte donde fue indetectable entre líneas, se sacó la varita para anotar el segundo. El cántabro enganchó una volea teledirigida desde fuera del área que se coló por la misma escuadra ante la atónita mirada de Dani Giménez.

El paso por los vestuarios espabiló a los de Anquela tras verse atrás en el marcador. El extécnico oscense metió más madera en el campo buscando recortar distancias rápidamente. Sin embargo, el Huesca siguió a lo suyo con cada vez más paciencia y sin dejar de pisar el acelerador hasta que cayó el tercero. Robo de balón en campo contrario y transición rápida para que Mikel Rico asistiese a Pulido, que se había descolgado en ataque, y sentenciase el partido a falta de media hora para el final. El tercer gol envalentonó al Deportivo, que jugó sus mejores minutos. Cristian Santos recortó distancias pero los gallegos no pudieron hacer más daño. El Huesca, incombustible y sólido en defensa, se centró en contragolpear y el poste evitó el cuarto de Ferreiro. Exhibición oscense que le deja colíder.

HUESCA 3 - DEPORTIVO 1

Goles: 1-0, m.25: Eugeni; 2-0, m.49+: Raba; 3-0, m.53: Pulido; 3-1, m.72: Christian Santos.

Árbitro: Díaz de Mera, castellano-manchego. Mostró tarjeta amarilla al local Luisinho y a los visitantes Pedro y Longo.

Huesca: Álvaro; Pedro López, Hermoso, Pulido, Luisinho; Mosquera, Rico, Eugeni (Juan Carlos, m.68); Raba (Sergio Gómez, m.87), Ferreiro y Escriche (Cristo, m.61).

Deportivo: Dani Giménez; Eneko Bóveda, Lampropoulos, Somma (Vicente Gómez, m.66), Luis Ruiz; Gaku Shibasaki, Bergantiños; Aketxe, Borja Valle (Christian Santos, m.55), Pedro Sánchez (Longo, m.53); y Koné