Aunque la próxima edición de la Liga de Campeones contará con todos los clásicos de Europa, poca importa esta realidad si se tiene en cuenta la final inédita del próximo miércoles entre el Oporto, campeón en 1987, y el Mónaco. No existe un claro favorito para el pulso del Arena AufSchalke de Gelsenkirchen.

Será un duelo de estilos encontrados. El ingenio y el poder ofensivo del equipo de Didier Deschamps, que podría fichar por la Juventus, contra la disciplina y el orden táctico del cuadro de José Mourinho, que negocia con el Chelsea. El Mónaco de Morientes (máximo goleador de esta Champions con nueve tantos), Giuly y Rothen ha dejado fuera al Lokomotiv, el Madrid y el Chelsea, mientras que el Oporto del genial Deco ha eliminado al Manchester United, Lyón y Deportivo.