No existe ningún entrenador en el mundo que conozca mejor el subsuelo del Bernabéu que José Antonio Camacho (Cieza, 1955). El nuevo técnico llegó al Madrid con 16 años y conquistó nueve títulos de Liga en 15 temporadas. Sabe todos los secretos de un vestuario. Nada se le escapa entre esas cuatro paredes. Camacho es un acérrimo defensor del futbolista. "A un futbolista no se le puede engañar", resume su relación con el jugador.

Es un hombre metódico, que es capaz de ver varios partidos a la vez por televisión y tomar datos de los equipos. Es un preparador que busca lo mejor para su colectivo. Su obsesión en la pretemporada es que el futbolista descanse. Camacho ha cambiado una concentración porque no le han gustado los colchones del hotel. Es un perfeccionista, aunque sabe que no puede estar pendiente de todo porque el fútbol es azar. El Madrid de Camacho viajará en avión para evitar que el cansancio se acumule en los jugadores.

Su fútbol es Alfredo Di Stéfano, pero también Zidane o Rivaldo o Raúl o Hierro o Guardiola. Sus futbolistas saben que no estarán obligados a desarrollar algo que no puedan hacer, pero sí saldrán al campo con la idea de jugar a fútbol.

Le gusta la zona, el 4-4-2 en sus diferentes modalidades, la importancia del media punta o de las faltas tácticas en el fútbol moderno. Pero con los años ha aprendido que no se puede repetir el sistema en cada ocasión, que el rival cuenta, que los jugadores deben ser capaces de encajar en cualquier sistema.

Camacho desea una buena organización. Quiere tenerlo todo atado. Desde los informes de los juveniles hasta las filmaciones de sus entrenamientos. El preparador de Cieza, que sólo aguantó 22 días como técnico del club blanco porque se le ponían trabas en la contratación de Carlos Lorenzana, su preparador físico preferido, es amigo de sus amigos. Pepe Carcelén, su hombre de confianza, le acompañará en su nueva etapa blanca.

La preparación física y la rehabilitación son fundamentales en su trabajo. "El cerebro no funciona si físicamente no estás fuerte", repite un entrenador que asegura que "en el fútbol no está todo inventado".