Ahora sí ha empezado la madre de todas las guerras entre el PSG y Neymar Júnior. Una batalla que tendrá como gran espectador (y ellos creen que beneficiario, aunque miles de culés no vean con buenos ojos volver a fichar al crack que les despreció) al Barça, cuyo presidente, Josep María Bartomeu, insiste en que «no hay caso Neymar» porque, si lo hay, está en el tejado del PSG catarí.

Ney, cuyo último show mediático se produjo, por partida doble, minutos antes de coger su jet privado en Sao Paulo para volar hasta París, cuando declaró que su momento más feliz fue «cuando eliminé con el Barça al PSG en aquel 6-1 de Champions», también se ha visto, involuntariamente, implicado en el robo de una tarjeta de memoria de un cámara de TV que, en el mismo Instituto Praia Grande, le había grabado una entrevista «en la que, eso sí, no hablaba de su futuro ni de sus conflictos con la justicia». La entrevista no ha podido emitirse tras el robo de material.

Neymar aterrizó ayer, a las 07.30 horas, en el aeropuerto parisino Roissy-Charles De Gaulle en compañía de su amigo y fotógrafo personal Gil Cebola y, de inmediato, se trasladó a las instalaciones deportivas del PSG, donde llegó avanzadas las nueve de la mañana. Ney no se entrenó con sus compañeros -entre los que sí estaba ya Ander Herrera- y sí pasó revisión médica de su tobillo ya recuperado, concluyendo su primer día de trabajo sobre las 12.30 horas de la mañana, eso sí, con una semana de retraso sobre lo previsto por el club parisino.

Acto seguido, según todas las fuentes, Neymar Júnior se reunió con Leonardo, el director deportivo del PSG, «en un ambiente directo y cordial», según señalaron a Le Parisiene, el diario preferido por el club catarí en la capital francesa, para que el dirigente le mostrase su enfado por el retraso (Ney dijo que la fecha de regreso la había pactado con el anterior director deportivo), le anunciase la apertura de un expediente sancionador y le dijese que, tal y como había declarado la pasada semana el propio Leonardo, «si llega alguna oferta que consideramos correcta y que signifique un precio justo, estamos dispuestos a venderte». La reunión duró minutos y no tres horas como señalaron ayer algunos medios.

Neymar seguirá entrenándose estos días al margen del equipo, en París, pues el PSG se desplaza hoy a la ciudad de Dresde, en Alemania, para disputar ya su primer amistoso de la preparación veraniega.