Una versión plagada de reservas del París Saint-Germain, que a la vista de lo holgado del resultado de la ida dio descanso a seis titulares, dominó también en la vuelta al Bayer Leverkusen (2-1) para lograr, por segundo año consecutivo, su clasificación para cuartos de final de la Liga de Campeones.

El 0-4 logrado en Leverkusen dejaba pocas interrogantes en la eliminatoria, por lo que Laurent Blanc dio descanso a casi toda su defensa titular, con excepción de Thiago Silva y a su centro del campo de gala. Solo el ataque era el habitual, con un Zlatan Ibrahimovic que, pese a los dolores de espalda que arrastra, había exigido al técnico disputar el encuentro, con la intención de mantener el duelo a distancia que le mide a Ronaldo como máximo goleador de la competición.

El sueco, que cuenta con diez dianas, una menos que el luso, pudo empatar en el 18, cuando estrelló en el larguero un disparo desde el borde del área. Pero se marchó a los 71 minutos sin lograr la ansiada diana.

Pese a la victoria, el PSG no mostró la solidez habitual. Se notaron demasiado las ausencias y el portero Sirigu tuvo que intervenir hasta en cinco ocasiones para evitar los tantos germanos, una de ellas para detener un penalti. No pudo detener el contragolpe de Sam a los seis minutos (0-1), distancia, que igualó en el minuto 13 Marquinhos de cabeza. Lavezzi completaría la remontada en el minuto 8 de la segunda mitad.