Malas sensaciones emitió el París Saint Germain antes de viajar a Barcelona para el duelo de octavos del martes. Más allá del resultado, saldado con una apurada victoria (2-1) sobre el Niza, el equipo de Mauricio Pochettino no ofreció una imagen esperanzadora pese a enfrentarse a un rival de la zona media y la necesidad de ganar para evitar que se amplíen los tres puntos de distancia sobre el Lille, el líder, que juega este domingo.

Pochettino pudo alinear a Keylor Navas, uno de los jugadores dudosos, pero no alineó Verratti ni Rafinha ni Bernat (Neymar y Di María son bajas descartadas para la Champions) y reservó a Herrera hasta el tramo final. Las bajas y los problemas físicos obligaron al técnico a colocar a Draxler de interior y a Kean de extremo derecho. Fueron los dos goleadores del PSG, sin embargo.

El alemán abrió el marcador en el primer tiempo (m. 22) en lo que debía ser una plácida tarde parisina, pero la indolencia local dio cuerda al Niza, que poco a poco se fue animando al comprobar la poca fiereza de su multimillonario rival. Una torpeza de Marquinhos en un pésimo despeje regalando el balón a Rony Lopes derivó en el empate (m. 50). El cuadro visitante tenía el partido en sus manos y Gouiri estrelló un tiro en el larguero. Una combinación entre los tres delanteros del PSG (centro pasado de Mbappé a Icardi y cesión de este al centro del área para el cabezazo de Kean (m. 76) amarró el triunfo para el once parisino.

Pochettino alineó a Navas; Kehrer, Marquinhos, Kimpembe, Kurzawa (Bakker, m. 77); Draxler (Sarabia. m. 77), Gueye, Paredes (Danilo, m. 83); Kean (Ander Herrera, m. 83), Icardi y Mbappé.