Volvió a Segunda División en el verano del 2015 y desde entonces no ha sido capaz de tener una temporada tranquila. Ni la ayuda primera al descenso ni la buena plantilla que lució en su último descenso le sirvieron para recuperar el paso a la Unión Deportiva Almería, que un año más se ha convertido en una de las decepciones en las primeras semanas de Liga. Después de cuatro partidos solo ha sumado un punto, lo que ha ubicado al equipo de Fran Fernández en la penúltima plaza de la clasificación.

Hay alerta roja en el Mediterráneo, aunque la eliminatoria de Copa le diera un alegrón a la afición almeriense, que no confiaba un triunfo de su equipo en La Rosaleda ante el intratable líder de Segunda. A ese resultado se agarran ahora en Almería para desmentir a las malas lenguas de la Liga, que hasta ahora han contado los partidos así: Cádiz (1-0), Tenerife (1-1), Málaga (0-1) y Osasuna (3-1).

Se trata de repetir un choque parecido al de la pasada campaña ante el Real Zaragoza, que llegó a Almería necesitado de oxígeno y salió casi en la UCI después de un 3-0 con el que firmó una de sus mejores actuaciones en casa. Era noviembre, otro equipo pero parecidas aspiraciones, que le llevaron, no obstante, a jugarse la vida hasta la última jornada, en la que se salvó gracias a un empate en Lugo (1-1), sobre todo a la derrota de la Cultural Leonesa en Soria. La extraña atmósfera se había llevado a Lucas Alcaraz por el camino. Fue Fran Fernández, el entrenador del filial, quien dirigió al equipo hasta la salvación última.

Esos problemas no eran nuevos, ni los de ahora. Al verano del 2017 ya llegó apurado, solo tres puntos por encima del descenso (51). Un año antes había logrado tres menos y se libró por un puesto, por un punto.

Ahí sigue el joven técnico almeriense, a quien le han concedido una plantilla bien diferente este verano. El club decidió hacer limpieza otra vez y contrató a 17 nuevos futbolistas para tratar de reconducir de una vez el rumbo de las campañas anteriores. No le ha funcionado, ha quedado dicho, en el primer mes de competición, aunque Fernández se muestra seguro de que el equipo reaccionará con el paso de las jornadas, cuando el tiempo permita la adaptación absoluta de todos los nuevos.

Del Almería se sabe que es un equipo voluntarioso, generoso en el esfuerzo. Nadie duda por ahí, aunque se le ven las costuras en sus dificultades creativas en el centro del campo y en las dificultades que tiene para definir su juego de ataque. «Creo mucho en este equipo porque tiene alma. La gente es muy resultadista, pero nos quedamos con el trabajo que se está haciendo, esa mejora paulatina. Tiene alma, ves que dan todo lo que tienen», dice su técnico.