Tan cierto es que el Real Zaragoza tiene un problema de efectividad ofensiva como que este se hace todavía más evidente cuando el equipo juega contra un rival directo o inferior en la tabla. Contra equipos, como el Cartagena, con los que casi parece más valioso evitar que sumen que aumentar tu propia renta de puntos. Es decir, esquivar la derrota a toda costa aunque eso signifique echar el freno de mano también a la hora de generar peligro o acercarse al área rival y, por tanto, dejar escapar puntos.

Y así pasó este jueves, un empate sin goles en el que las ocasiones (si así pueden llamarse) se cuentan con los dedos de una mano. La primera la tuvo Narváez, de cabeza tras un pase de Zapater. Después también con la testa lo intentó Peybernes y, en otro centro del capitán, que fue uno de los más lúcidos en ataque, no llegó Alegría a meter el pie. Y en la segunda parte tan solo una llegada clara, la que desaprovechó Bermejo después de una muy buena jugada individual y un excelente pase de Narváez que le dejó frente a los tres palos.

Así pasa contra los equipos que están en posición parecida a la del conjunto aragonés. Y en resumen que, efectivamente, el que no arriesga, no gana. Ahora mismo el Real Zaragoza tiene seis por debajo en la clasificación. De estos, solo ha conseguido ganarle esta temporada al Logroñés (2-0) a principios de enero, justo cuando se empezaron a cosechar buenos resultados en La Romareda, y al Albacete (1-0). Bueno, también al Alcorcón (0-3), pero por la alineación indebida de los visitantes. De no ser por esto, el resultado habría sido otro empate a cero.

De esta forma, el marcador más común contra los equipos peor posicionados son precisamente las tablas. Uno a uno contra el Logroñés, el Sabadell y el Cartagena y cero a cero en la noche de ayer y contra el Sabadell en la ida. A esto se suman tres derrotas por la mínima contra el Castellón, el Alcorcón y el Albacete. Todas ellas sin goles zaragocistas y solo con un tanto del rival.

Es cierto que en la mayoría de estos encuentros el equipo ha puntuado. Pero en más ocasiones ha perdido que ganado y sumar de tres contra cualquiera de estos supondría un gran alivio porque de esa forma lograrían distanciarse de esa zona roja. Y lo peor es lo complicado que será hacerlo por mérito propio en las próximas jornadas porque de los próximos siete partidos, seis serán contra rivales que se enmarcan entre los diez primeros de la tabla. Y si el gol no llega o es escaso contra el Cartagena, el Logroñés o el Mirandés (que está tres puestos por encima), ¿cómo va a hacerlo contra el Almería o el Espanyol?

Corren tiempos complicados para un Real Zaragoza que tendrá que esperar cinco jornadas para volver a enfrentarse a un rival directo como lo es el Lugo, al que por cierto también le ganaron por la mínima en la ida, y ocho para medirse ante un equipo que se encuentra por debajo, que será el Castellón en la antepenúltima jornada de Liga. Y no será mucho mejor el desenlace, contra el Mallorca y el Leganés, en las dos últimas jornadas. Habrá que ver si buscan el gol sin echar el freno de mano.