Al otro lado de Vallecas está la frontera que separa la realidad presente del siguiente objetivo. En el estadio madrileño pretende dar el Real Zaragoza el salto que le situaría entre los candidatos al ascenso directo, una posibilidad de la que hasta el momento apenas se ha hablado en voz alta en el vestuario aragonés, pero que puede convertirse en cierta si es capaz de tumbar al segundo clasificado en su estadio. Si gana en Vallecas, logrará por primera vez en su historia, además, cinco victorias consecutivas lejos de La Romareda, un registro que no ha alcanzado nunca, ni siquiera en sus mejores ascensos. Llegó a enlazar cuatro en en las dos últimas ocasiones que subió (2002-03 y 2008-09), pero en el resto casi nunca se acercó. La única vez que fue campeón de Segunda División, por ejemplo, únicamente logró tres triunfos fuera de casa en toda la temporada. Aquel año de Arsenio Iglesias fue especial, con un equipo descomunal en casa, donde ganó 17 de los 19 partidos que jugó. Los otros dos acabaron en empate. Los 22 goles de Pichi Alonso lo llevaron hasta el primer puesto con notable holgura (6 puntos de distancia en una Liga en la que las victorias todavía valían solo 2).

En tiempos más recientes llegó hasta las cuatro victorias fuera de casa con Paco Flores en la campaña 2002-03, cuando enlazó cuatro victorias entre las jornadas 26 y 33: Racing de Ferrol (1-2), Oviedo (0-2), Almería (0-1) y Terrassa (0-2). La racha se truncó en un polémico empate en Los Pajaritos (2-2) una tarde en la que Cani fue expulsado.

Seis años después igualaría esa buena racha fuera de casa con Marcelino en el banquillo. Entre las visitas a Ipurúa el 25 de abril y El Helmántico el 6 de junio, añadió cuatro victorias a su rumbo de ascenso: Eibar (2-3), Huesca (0-1, Alicante (0-3) y Salamanca (1-2). Supo conjugarlas, además, por delante y por detrás, de tal manera que aglutinó una espectacular racha de 17 encuentros sin derrota (12 victorias y cinco empates), exactamente correspondientes a las 17 últimas jornadas del campeonato. Le sobró la última, ya ascendido, en la que empató precisamente en Vallecas (2-2).

Un trayecto parecido es el que quiere seguir el Zaragoza de hoy. Sin embargo, por su situación en la tabla y la distancia que le llevan los dos primeros clasificados (6 puntos), se entiende que deberá incluso mejorar esos números si quiere atrapar una de las dos plazas de ascenso directo. Es bien posible que necesite ganar al menos siete de los ocho encuentros que restan hasta el final del campeonato, un tramo en el que se enfrenta, además, a tres de los cuatro equipos que lo superan en la en la clasificación: Sporting, Rayo y Cádiz. Ante el otro, el Huesca, se midió con éxito el pasado sábado.

De momento, la progresión en la segunda vuelta anuncia un Zaragoza imponente en sus dos vertientes. Ha perdido un partido en casa (Sevilla Atlético) y uno fuera (Granada), además del empate en Alcorcón. Todo eso le lleva ser el mejor conjunto de la segunda vuelta junto al Sporting (31 puntos). Es, además, el tercer mejor equipo lejos de su estadio en Segunda División, donde ha conseguido 25 de los 55 puntos que lleva en la clasificación. Solo el Rayo Vallecano (26) y el irregular Osasuna (26) han obtenido más, pero ninguno ha conseguido tantos goles como el cuadro de Natxo González.

La racha última comenzó el 17 de febrero en uno de sus campos malditos. Ganó en el Nou Estadi de Tarragona (0-2) antes de triunfar en Soria (1-2), El Sadar (1-2) y ante la Cultural (0-1). Esos siete goles fuera de casa, cuatro de ellos de Borja Iglesias, son los que lo han puesto en el camino del ascenso, en la posibilidad de lograr por primera vez en su historia cinco victorias consecutivas lejos de La Romareda. Ya logró cinco seguidas en casa antes de quebrar su progresión ante el Sevilla Atlético. Ahora busca repetir la serie en los desplazamientos. Si lo logra en Vallecas, será una quinta de récord.