Los ultras radicales del fútbol han dejado de ser un grupo de jóvenes inadaptados que no ven más allá de la redondez de un balón. Están presentes en casi todos los estratos sociales como ha venido a demostrar la reyerta entre los seguidores del Frente Atlético y el Riazor Blues que el 30 de noviembre se saldó con la muerte a palos de Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy. Durante el día de ayer trascendió que además del guardia civil de Rivas Vaciamadrid y los dos menores, entre los 40 detenidos hay también un militar de la Unidad Militar de Emergencias y una mujer de 23 años.

A nadie ha sorprendido la presencia de la joven entre los arrestados. Y a la brigada de información de la jefatura superior de policía de Madrid tampoco. Aunque su presencia era casi testimonial en las gradas del fondo sur que hasta la reyerta ocupaban los ultras del Frente Atlético, siempre han habido mujeres alrededor de los cabecillas de la hinchada, generalmente novias o hermanas.

Las mujeres, sin sitio

En el universo de los ultras las mujeres nunca estuvieron bien vistas, porque se decía que a la larga acababan suavizando y enterneciendo a los muchachos que en ocasiones, puestos a elegir, acababan quedando con la novia antes de ir a hacer pintadas con los colegas de la hinchada. En los años noventa, el Frente Atlético llegó a difundir unos mandamientos muy inocentes en los que además de defender "la animación sin violencia" se decía que los miembros debían de ser "un poco machistas, lo justo". Algo que llama la atención.

En cualquier caso la detenida es una vieja conocida de la brigada de información. La mujer estuvo ya implicada en el asalto el 31 de diciembre pasado al Bar Duratón, el feudo del Frente Atlético en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón y que la policía registró el pasado martes. Aquella trifulca de fin de año se produjo por la división interna existente entre los radicales rojiblancos. Parte de los ultras del Atlético de Madrid se alinearon ideológicamente con los Ultrasur del Real Madrid. su eterno rival, pero también de extrema derecha cuando éstos últimos fueron expulsados del estadio Santiago Bernabéu por su violencia. Pero la otra parte del Frente Atlético no quería saber nada de los merengues. Así que aquel martes decidieron enfrentarse a sus propios colegas de hinchada y asaltaron su local dispuestos a medir sus fuerzas. Desde entonces, la división interna en el seno de la organización permanece vigente.

Del militar y el guardia civil apenas trascendieron datos a los medios de comunicación salvo que no tienen graduación. Ambos han sido suspendidos en las respectivas instituciones en las que trabajan a la espera de ver como avanza la investigación policial y judicial. En cuanto a dos de los presuntos autores materiales del asesinato de Jimmy solo han trascendido datos de uno de ellos, un hombre de 33 años conocido como Búfalo, sin antecedentes penales, taxista y padre de dos hijos.

La investigación sigue

La investigación no está finalizada y van a continuar las detenciones, incluso podría ser arrestado algún otro ultra acusado del delito de homicidio. En las últimas horas se detuvo a cuatro hombres en Gijón, que viajaron la víspera del partido entre el Atlético de Madrid y el Deportivo de La Coruña, pernoctaron en el hotel Praga de la capital y participaron también en la multitudinaria pelea de Madrid Río.

Ayer Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, rompió con su silencio para pedir "la violencia fuera del fútbol" y mostrar su precaución. La policía se está encargando de esto y nos han pedido que no hablemos demasiado, pero estamos trabajando en silencio para que se pueda solucionar. Hay que dejar claro a la sociedad española que porque unos individuos disfrazados monten un lío por sus intereses políticos o particulares no tiene nada que ver con un equipo". Mientras, las declaraciones prosiguen en las dependencias de la comisaría de Moratalaz, donde los calabozos están a reventar.