Primer objetivo cumplido y con nota. Por octava vez, Rafael Nadal estará en octavos de final de Wimbledon y lo hará asegurándose el número 1 mundial pase lo que pase en la próxima semana. Álex De Miñaur, el joven australiano de madre española, debutante en el torneo y número 80 mundial, pagó las consecuencias del desafío que tenía el tenista mallorquín al entrar en la central del All England Tennis Club de Londres. En poco más de dos horas y cediendo solo siete juegos (6-1, 6-2, 6-4), Nadal estará mañana entre los últimos 16 tenistas que van a jugarse en cuatro partidos el título que defiende Roger Federer.

Rafa no quiso sorpresas ante un rival del que desconocía su juego, pero que valoraba como «un buen tenista, joven y con futuro». Y desde los primeros juegos puso la máxima intensidad y concentración ante De Miñaur, de 19 años, con pinta de alumno aplicado y gorra al revés como su protector, el exnúmero 1 mundial, Lleyton Hewitt. De Miñaur aguantó la salida decidida de Nadal, que le puso a prueba hasta el cuarto juego donde sometió a un examen de casi 10 minutos al australiano, al que le arrebató su servicio al quinto break point. Un golpe del que ya no se recuperaría De Miñaur, que solo ganó cuatro puntos más hasta ceder el primer set en media hora. En el segundo, Nadal puso la directa para romper el saque dos veces al discípulo de Hewitt. Nada cambió tampoco en la tercera manga, un paseo para el balear. «Estoy muy contento por como he jugado ante un jugador que tenía mucha energía», dijo el mallorquín, que mañana se enfrentará al checo Jiri Vesely (93 mundial) y vencedor del italiano Fabio Fognini y el argentino David Schwartzman en las dos últimas rondas.

En el torneo femenino siguió la sangría de favoritas. Cayeron Simon Halep, número uno, ante Taipé Su-Wei Hisie (48) y Carla Suárez, ante la suiza Belinda Bencic (56) por 6-1 y 7-6 (3).