Se empeña el destino en poner trabas al debut liguero del Barça de Luis Enrique. El entrenador, tras diseñar una pretemporada a medida, con predominio de las dobles sesiones por encima de los partidos con el objetivo de mecanizar los automatismos del sistema, se encuentra con la primera dificultad ante la inesperada baja de Neymar, que sufre un esguince de grado uno en el tobillo izquierdo (la cuarta lesión en ocho meses). Una ausencia que se suma a la de Luis Suárez, con el que no se podrá contar hasta finales de octubre, y a la precaria situación de Pedro, que ayer entrenó suavemente tras cuatro días de ausencia por una gastroenteritis que ya le impidió jugar el Gamper.

GANARSE EL PUESTO Semejante panorama en el ataque convierte a Rafinha, que ha firmado una buena pretemporada, en un seguro acompañante de Messi ante el Elche y también abre todas las puertas para el debut oficial con el primer equipo de Munir, el delantero del Barça B que se ha ganado la confianza del entrenador con goles (máximo goleador de la pretemporada con cuatro tantos) y sacrificio, justo lo que también pedía a Deulofeu y este no acabó entender. Así, salvo recuperación milagrosa de Neymar o una notable mejora de Pedro, Luis Enrique tendrá que apostar por dos acompañantes inéditos de Messi, que empezó la pretemporada el 4 de agosto, debido al Mundial.

POR Y PARA EL GRUPO Quien sí está listo y dispuesto a ayudar tanto dentro como fuera del terreno de juego es Xavi, ahora primer capitán tras la retirada de Puyol y la marcha de Valdés. "Ya dije que me quedaba para lo que el equipo necesite, para lo que necesite el entrenador, el grupo, para lo que sea", explicó ayer el centrocampista, quien ante su 17ª temporada en el primer equipo está preparado para asumir un nuevo rol, ya sea más secundario o, también, de primer orden, el habitual hasta hoy en Xavi. "Trabajo para seguir siendo importante aunque decide el entrenador, pero estoy preparado para cualquier cosa y aceptaré cualquier decisión", reiteró, poniéndose a disposición de Luis Enrique, con el que tiene "una relación extraordinaria", a pesar de los rumores que aseguran todo lo contrario. "No sé por qué se dicen estas cosas".

BUENAS SENSACIONES El capitán se siente "motivado como el primer día" porque le gusta lo que ve en las sesiones de la ciudad deportiva. "Cuando ves entrenar al equipo, la cosa pinta bien", y destacó "la intensidad, la competitividad y las ganas de ganar" de la plantilla, un grupo que ha experimentado una profunda renovación. "Creo que hemos fichado muy bien en todas las líneas y el cuerpo técnico tiene las ideas muy claras". Xavi sabe que la exigencia será alta y que el equipo no puede volver a fallar como en la campaña anterior. "Lo pasado ya es pasado, pero estoy de acuerdo con Alves", afirmó en referencia a las palabras del brasileño, quien culpabilizó a los jugadores de lo sucedido la pasada temporada.