Técnico de alargado nombre en el fútbol aragonés, con muchas campañas en 3ª y en la Ciudad Deportiva (en tres etapas diferentes), es uno de los que abanderan el proyecto deportivo --Por el Zaragoza de Siempre-- que aspira a hacerse con la propiedad del Real Zaragoza.

--¿Qué le convenció del proyecto de José Antonio Visús?

--Que es el momento de la verdad para el Zaragoza. Los que sentimos el equipo tenemos que dar un paso adelante.

--Es el momento de la verdad, ¿en qué sentido?

--La reestructuración de la deuda, con el convenio de los acreedores, fue el toque de campana para decir que no hay marcha atrás. Como fallemos más, el club se disolverá. No es momento de tibieza o de quedarse pasivo, la pasividad va a hacer daño al club.

--Su situación es algo especial, ya que este año ha entrenado al cadete B del Real Zaragoza. ¿Cómo le afecta esta nueva situación a eso?

--Afecta en que mi permanencia allí es imposible. Desde el club se decide que no siga allí. Aunque ello no quita para que yo esté muy agradecido al club, me han tratado bien.

--En el proyecto liderado por Visús, sería el responsable de fútbol profesional del club, ¿cuál sería su función real?

--Me encargaría de las categorías inferiores, controlando la forma de trabajar y a los valores emergentes de la cantera. Sería la persona que informa y controla de lo que hay abajo y luego lo promociona, un enganche entre los jóvenes y el primer equipo.

--Ese salto al primer equipo es otra de las facetas casi inexistentes en el Zaragoza actual.

--Es un problema muy grave, porque el jugador de la cantera te da raíz, implicación y cuando las cosas se ponen difíciles va a seguir en la ciudad. Ahora hay unos 20 futbolistas salidos de la cantera que están jugando de Segunda para arriba. Es una cuestión de fe y de no poner tapones en el primer equipo.

--¿Qué falla ahora para que apenas lleguen jugadores?

--Si nadie de las personas que trabajan en la estructura deportiva pueden opinar en la composición de la primera plantilla es imposible que lleguen canteranos al primer equipo.

--También se ha dicho que la cantera del Real Zaragoza atraviesa una mala época.

--Es vital que se crea en el canterano. Si un joven está entrenando un año con el primer equipo, en la mayoría de casos, será jugador de Primera. Lo que hay que saber es el rol que corresponde a cada uno, que a lo mejor es estar entre el A y el B o jugar pocos partidos en Primera al año hasta que llegue a consolidarse.

--En la directiva actual la capacidad decisoria se reduce a pocas personas.

--Todas las decisiones pasan por el filtro del dueño. No hay una separación, que es necesaria, entre la parte deportiva y la propiedad. Si a eso añadimos los fondos de inversión, se rompe el equilibrio que debe tener cualquier equipo de fútbol. Nuestra piedra angular es la separación como principio básico de funcionamiento.

--¿Qué estructura tendría la plantilla del primer equipo?

--Lo que se pretende es volver al Zaragoza de siempre: una base de jugadores nacionales estable; un grupo de la cantera numeroso, con una presencia notable y, luego, jugadores extranjeros, en menor cantidad, con juventud y que marquen diferencias. Lo que no tiene sentido es que el fútbol español esté en el mejor momento de su historia y en ocasiones haya tantos futbolistas de fuera. Queremos un equipo que sepa lo que es el Zaragoza en Primera. No puede ser que cada temporada haya 15 nuevos nombres.

--¿Cuál sería su relación laboral con Xavi Aguado, director deportivo del proyecto?

--Hay obligación y vocación de trabajar en equipo. Lógicamente, al final, las decisiones las tomaría una persona y ese alguien es Xavi Aguado.

--¿Qué sucedería con los técnicos de la Ciudad Deportiva?

--Sé que trabajan bien. El problema está arriba. Y eso influye abajo, porque conlleva una pérdida de prestigio. A día de hoy, hay entre nueve y 10 futbolistas aragoneses jugando en diferentes equipos de base de Primera. Eso no había ocurrido nunca y no es por culpa de los técnicos.

--Otro punto importante es que los jugadores vuelvan a ver Zaragoza como un destino atractivo.

--Yo viví en un Zaragoza con una cantera importante y puede volver a serlo, pero eso pasa por que la parte dirigente se dé cuenta de que su forma de actuar no es la correcta y, o bien se vaya, o dé un paso atrás y deje que otros profesionales lleven el club.

--Algunos justifican la gestión de Agapito Iglesias con que el club es de su propiedad.

--Cuando tienes que decir muchas veces que algo es propiedad privada es que no estás haciéndolo bien. Además, el sentimiento hacia un equipo de fútbol no es propiedad de nadie. La pregunta es, si no ha cambiado de forma de actuar en estos siete años, ¿por qué iba a cambiar justo ahora?