Después de perder ante el Eibar, además de criticar la actitud de su equipo, Sergio Ramos se detuvo a responder a la información que el diario alemán Der Spiegel publicó respecto a sus problemas al pasar dos controles antidopaje. «Es un tema complicado. Mi equipo legal saldrá ante estas acusaciones, ya lo hicieron ayer el Real Madrid y la UEFA. Obviamente, tomaré medidas porque han intentado manchar mi nombre y mi estatus. A lo largo de mi carrera profesional llevo más de 300 controles y nunca he incumplido nada», aseguró el futbolista, que después sacó un comunicado en la misma línea.

«Los que han puesto los papeles encima de la mesa saben que no hice nada ilegal, jamás me he negado a hacer un control antidopaje», continuó reivindicando. «Sabíamos que iba a salir porque nos amenazaron hace un mes. Que cada uno asuma las consecuencias por intentar manchar mi imagen», declaró, antes de terminar en una deriva autocomplaciente. «Si en algo he dado positivo en mi carrera es en horas de trabajo. Llevo mucho tiempo en la cresta de la ola y disfruto con mi tabla. Al que le joda que se meta en agua», culminó el defensa.

Minutos después, el capitán del Madrid emitió un comunicado en redes sociales en el que explicó formalmente sus palabras en zona mixta. En el comunicado, Ramos relata vagamente los problemas con un control en Málaga y otro en Cardiff tras la final de la Champions 2017.

En el Málaga-Madrid de la temporada pasada, Ramos culpa a la premura del viaje para aclarar el incidente. Respecto a la situación que reveló Football Leaks sobre el control tras la final de la Champions 2017, el central no aclara más que recibió un tratamiento médico por parte del club, y no refiere el fallo en la notificación a la Agencia Mundial Antidopaje del medicamento administrado por los médicos del Madrid. Los problemas del Madrid se extienden más allá de los terrenos de juego.