El técnico del Valencia, Claudio Ranieri, lanzó ayer un mensaje de motivación hacia sus jugadores y a la afición del equipo al indicar que tienen "hambre de títulos" y que desean abrir la cuenta con la Supercopa que se resuelve esta noche en Mestalla. "Tenemos un sesenta por ciento de esta Supercopa pero tenemos que luchar porque queremos ganarla ante nuestra afición. Tenemos hambre de títulos y damos importancia a estas cosas", explicó el italiano.

Ranieri, que esta temporada abandona la Premier League y el Chelsea inglés para regresar al Valencia, lamentó "dos ocasiones para hacer gol" que su equipo desaprovechó el sábado pasado en La Romareda para sentenciar la final y, en consecuencia, desconfió del rival ante el partido de hoy. "Por supuesto que no me fío del Zaragoza. Habrá que estar muy motivado y que mande la cabeza, porque son un buen equipo", dijo el entrenador romano.

Como ya sucedió a la conclusión del partido de ida, Ranieri insistió en otorgarle importancia a este torneo ante algunas voces que lo desprestigian: "Los que no la valoran es porque no están implicados en su lucha", apostilló. El preparador mostró su ilusión de encontrarse un estadio de Mestalla repleto de aficionados y rememorar su último partido oficial en este recinto, del que salió con lágrimas en los ojos. "Me gustaría ver nuestro estadio lleno, necesitamos que nos animen mucho. Se trata de una Copa muy bonita", afirmó. Además, Ranieri demostró su enfado por la convocatoria de Ayala y Aimar para el partido de clasificación del Mundial 2006 que jugará Argentina la próxima semana ante Perú en Lima. "Vamos a matar a los jugadores", dijo.