Cuando el verano pasado ficharon a Kawhi Leonard, los Raptors sabían que conseguían a uno de los jugadores más completos de la NBA, dos veces reconocido como mejor defensor de la liga (2015 y 2016), con capacidades ofensivas también probadas en sus siete años en los Spurs y con un anillo en su currículo (el que los de San Antonio ganaron en 2014 frente a los Heat de LeBron James). La próxima temporada, como agente libre, es más que incierto que siga en Toronto y los rumores (Clippers tal vez?) están disparados. De momento, no obstante, Leonard es la estrella de los Raptors y este viernes en Oakland ha sido la clave fundamental, aunque ni mucho menos única, en una victoria contundente y trascendental ante los Warriors por 105-92. Los Raptors se colocan 3-1 en las series finales en las que compiten por primera vez. La gloria está a solo un partido, quizá el del lunes (03.00 de la madrugada del martes en España) de regreso al Jurassic Park.

La fuerza y el talento de los Raptors como equipo ha vuelto a quedar demostrada ante los campeones de tres de las anteriores cuatro finales, incluyendo las dos últimas. Y no solo ha brillado la actuación de Leonard (25 puntos, incluyendo los de cinco triples, y 12 rebotes). Ha sido también fenomenal Serge Ibaka, que en sus 22 minutos fuera del banquillo ha sumado 20 puntos; Kyle Lowry no ha tenido su mejor anotación pero una vez más ha confirmado su capacidad de crear juego; y han sido fundamentales también los trabajos de Pascal Siakam (19 puntos y cinco rebotes), Marc Gasol (9 puntos, siete rebotes y tres asistencias) y Fred VanVleet (que en un choque fortuito con Livingston ha recibido un codazo en la cara por el que ha tenido que recibir siete puntos).

Un partido frenético

El arranque a trompicones del encuentro no permitía intuir lo que iba a venir después. Los Warriors de Stephen Curry, que en el tercer partido anotó 47 puntos, habían recuperado para este cuarto a Klay Thompson y Kevon Looney. Jugaban en casa. Y aunque también algo desacertados en el inicio, pronto empezaron a dominar la primera mitad ante unos Raptors marcadamente desatinados, con un porcentaje de tiro que se quedó en el 28,6% en el primer cuarto (donde fue Leonard quien anotó 14 de los 17 puntos del equipo).

En el segundo cuarto los Golden State seguían mostrando superioridad en todo pero los Raptors consiguieron aguantar. Y en el tercer cuarto, que Leonard abrió con dos triples consecutivos, tras el que llegó, inusualmente tarde, el primero de Curry, los de Toronto empezaron a usar todas las herramientas del equipo. Un triple de Gasol les puso por primera vez por delante en el marcador. Y poco después se aferraron a una ventaja, de puntos y de juego, que ya no dejaron escapar. Lo resumía luego Nick Nurse, el entrenador de Toronto: Estábamos recibiendo muchos golpes al principio y fuimos capaces de mantenernos y seguir jugando. Hasta ganar.

Para los Warriors ahora solo queda la esperanza de remontar el déficit como hicieron precisamente frente a ellos los Cavaliers en 2016 para arrebatarles el único anillo que han perdido hasta ahora. Quizá puedan recuperar a Kevin Durant, aunque inicialmente no se esperaba su retorno hasta el partido del jueves, que quizá no llegue. Y deben confiar en que resurja el mejor Curry, que aunque este viernes ha sumado 27 puntos (uno menos que el máximo anotador del equipo, Thompson) se ha desdibujado algo y ha fallado siete de sus nueve intentos de triple. Si quieren ganar su tercer título consecutivo, sellar su era, tienen que ganar tres de tres, un reto especialmente complicado ante unos Raptors tan completos y consistentes como los que se han visto este viernes.