El Madrid cuajó ayer un pésimo partido ante el Murcia, un equipo que mereció mucho más que la derrota y que estuvo muy cerca de asaltar el Bernabéu, pero al final valió el solitario gol de Raúl para acabar la primera vuelta como local con pleno. Los hombres del luso Carlos Queiroz anduvieron demasiado sobrados al verse tan temprano con el marcador a favor por el gol de Raúl González, que no diferencia cada partido.

El Real Madrid se manejó más que relajado y ni siquiera le espolearon las llegadas murcianistas. El Murcia, en el que debutó de salida el guardameta argentino Roberto Bonano y luego su compatriota Gancedo, no supo aprovechar el sesteo blanco ni la ausencia tras el descanso de Zidane y que incluso protestó como penalti una acción de Pavón sobre Míchel (m.56), aunque la acción pareció fuera del área.