Natxo González suele decir las cosas de manera muy lacónica, sin excesivos adornos. A lo largo de la temporada, y después de un tiempo de buscar y no encontrar, la figura del entrenador ha ido creciendo a pie de campo, donde se evalúa su trabajo, y también cada vez que ha tomado la palabra. A su profético «estoy convencidísimo de que va a llegar el momento en que nos vamos a poner a tiro del playoff» y a sus afamados «dejadme creer» y «fantásticamente» para verbalizar cómo acabará este proyecto, el técnico añadió el domingo otra frase más, con pocos aderezos, directa como acostumbra: «Ya estamos ahí».

Efectivamente, el Real Zaragoza está ya ahí, a un punto de los puestos de playoff después de haber protagonizado una remontada extraordinaria de enero hasta aquí. Las cuentas del entrenador empiezan a cuadrar por el ritmo elevadísimo de puntuación de la segunda vuelta. Natxo había previsto 30 para la primera (el equipo flaqueó e hizo solo 24) y 36 para la segunda (lleva 22 cuando todavía faltan por repartir 36). Una vez detrás de otra, especialmente en los peores momentos, cuando su puesto de trabajo pendió de un finísimo hilo, el técnico insistió en un mensaje: había que llegar a las últimas diez jornadas en disposición de disputar el ascenso a Primera. Un discurso que Lalo Arantegui, director deportivo, mantuvo en una línea muy similar. El paso del tiempo les ha dado la razón. El Zaragoza esta ahí, donde ellos, de manera privilegiada, aventuraron.