Cuando quiso darse cuenta, el Tecnyconta Zaragoza ya había perdido el partido. El Real Madrid impuso su condición de líder, su mayo calidad, su mejor acierto, y sentenció el partido en la primera mitad ante un Tecnyconta incapaz de oponer resistencia. No pudo en defensa y no encontró la manera de hincarle el diente a su rival en ataque, desdibujándose en una primera parte muy pobre en la que ofreció una imagen insuficiente. Tras el descanso, la mejor disposición aragonesa y la relajación blanca dieron paso a otro escenario en el que el Tecnyconta pareció al menos un equipo y se llevó los dos parciales, aunque el partido ya estaba perdido hacía rato (81-96).

Bien estuvo esa reacción, ese cambio de imagen al menos, sobre todo teniendo en cuenta que el equipo no debía acabar con demasiado mal sabor de boca para afrontar una semana clave en la que recibirá al Bilbao, rival directo por la permanencia. Puede darse por buena esa segunda parte en el plano anímico de un equipo que quiso creer, que quiso superarse y agarrarse al partido. Lo más que pudo fue acercarse a doce puntos (81-93), lo suficiente para despertar al Madrid, que volvió a dejar las cosas en su sitio con dos detalles. Un rebote de Reyes, un triple de Carroll y a otra cosa.

Esa reacción tardía no tapa, no obstante, el inicio del equipo aragonés, una primera parte que el Tecnyconta no puede permitirse. La superioridad del Real Madrid es total y evidente en cualquier aspecto que quiera compararse con el club aragonés y nadie reprochará al Tecnyconta que pierda partidos como este. Pero no es una buena costumbre que la diferencia en el marcador sea tan abultada. Ayer el Real Madrid alcanzó los 30 puntos de diferencia (27-57) con demasiada facilidad y la sensación durante muchos minutos de la primera parte fue de un marcador aún más abultado.

El Tecnyconta no encontró su lugar en la pista en los primeros 20 minutos. Tavares se comió a un blandito De Jong y alteró todo el juego aragonés, alejándole del aro. Neal no encontró el acierto en ese inicio de partido y el Tecnyconta se quedó sin referencias. Dragovic fue el único que mantuvo una cierta regularidad, pero en conjunto el equipo zaragozano no fue capaz de encontrar ninguna ventaja. El Real Madrid, pese a perder cinco balones solo en el primer cuarto, movió mucho más y mejor la pelota, encontrando siempre buenas opciones. Además contó con el acierto de sus figuras. Campazzo estuvo arrollador y Rudy firmó 4/4 en triples en el primer periodo. En el segundo ya no hizo falta que saliera a la pista.

El Madrid fue desarbolando poco a poco a un Tecnyconta con pocos recursos. Ayer se sumó a la lista de bajas Álex Suárez, mermando aún más el juego interior. Con 30 puntos de diferencia Pablo Laso optó por rotar a sus jugadores para darles descanso antes de otra semana con tres partidos. Ahí aprovechó el Tecnyconta para poner toda la garra y el pundonor que le había faltado en la primera parte. Tuvo también acierto, sobre todo de un insistente Dragovic, y consiguió un parcial de 11-0 que le cambió la cara. Ya era tarde para llegar al partido, sobre todo ante un rival tan superior, pero al menos el Tecnyconta mejoró sus sensaciones. Stoll pudo demostrar su velocidad y su capacidad anotadora en casa, Neal arregló sus números en la segunda parte y hasta Jaime Fernández pudo salir a la pista los últimos segundos. No tuvo más historia un partido en el que el Tecnyconta volvió a chocar contra su gran muro.