Crispados llegan hoy al Bernabéu Barça y Madrid a la vuelta de la Supercopa de España, un título que ha adquirido un claro color blanco por el 1-3 de la ida pero que, a efectos prácticos, no dejó nada contentos ni a madridistas ni a azulgranas. Los primeros se sienten perjudicados por los árbitros y discriminados por la justicia deportiva, por los cinco partidos de sanción impuestos a Ronaldo (vio la roja y empujó al colegiado), lo que propiciará que hoy el Bernabéu proteste airadamente por este supuesto agravio. Mientras, no se queja de puertas hacia fuera el Barça pero también llega a la cita tensionado por las críticas de Pep Segura, máganer deportivo, a Piqué, a quien responsabilizó de la derrota por su autogol, y por los fichajes que no llegan (Coutinho y Dembélé), mientras jugadores de peso como Busquets siguen reclamando refuerzos.

Contundente se mostró ayer el mediocentro azulgrana por las críticas de Segura a Piqué, algo que no ha sentado nada bien en el vestuario. «No estoy de acuerdo porque fue mala suerte y no perdimos por esa acción. No es la mejor manera de expresarse y más dentro del club hacia un jugador», recriminó Busquets al máximo responsable de la dirección técnica.

El centrocampista también fue muy claro a la hora de reclamar de nuevo la llegada de refuerzos. «Que faltan fichajes es obvio», aunque quiso matizar esta afirmación, que ya hizo justo al acabar el duelo ante el Madrid. «Dije que cada año toca renovarse no por la derrota sino porque el fútbol es muy exigente y toca mejorar lo que tienes cada temporada. Con la marcha de Neymar está claro que necesitamos a jugadores ofensivos. ¿Coutinho y Dembélé? Ojalá puedan venir los máximos y de la mejor calidad».

A quien ya no tiene que esperar Busquets es a Paulinho, que mañana será presentado en el Camp Nou. «Su llegada es muy buena porque es un jugador con un perfil diferente a lo que tenemos en la plantilla. He jugado contra él, es muy bueno y titular con Brasil, una de las mejores selecciones del mundo. Seguro que lo hará bien y elevará la competencia», valoró Sergio de este centrocampista todoterreno de 29 años.

Si la llegada de Paulinho puede suponer un cambio táctico en el once de Valverde, pasando del 4-3-3 al doble pivote (4-2-3-1), Busquets replicó que lo importante es que el equipo mantenga las líneas bien juntas. «Hay muchas variantes tácticas, con el 4-3-3 y con el doble pivote, pero yo me encuentro bien cuando estamos juntos, con el bloque compacto».

Más diplomático se mostró Ernesto Valverde respecto a la respuesta de Busquets a Segura. «Creo que esto depende del altavoz mediático y que se saca de quicio. Hemos de mantener un poco la calma», reclamó el entrenador, para quien la acción de Piqué «fue una fatalidad».

Una acción de mala suerte que condicionó el partido y la final, ahora muy cuesta arriba pero que el técnico no ve imposible, a pesar de que hoy no podrá contar con Iniesta, baja por una contusión en la pierna derecha. «Tenemos que generar situaciones de gol sabiendo que también hemos de controlar sus contras», incidió Valverde, que se mostró satisfecho por la llegada de Paulinho. «Es un titular de Brasil en el centro del campo y físicamente es muy fuerte. Nos puede ayudar desde otra perspectiva porque es un perfil de jugador que no existe en la plantilla». Eso sí, sobre las críticas que ya ha desatado su fichaje, pidió tiempo. «Se habla mucho de él antes de llegar y pediría que se opine de su rendimiento una vez le veamos».

Valverde fue rotundo a la hora de mostrar su confianza en Sergi Roberto, que podría estar meditando su salida (tiene una cláusula de 40 millones) con la llegada de Paulinho. «Es un jugador con el que cuento absolutamente». En cambio, admitió haber recomendado a Sergi Samper que se vaya cedido y sobre Arda dejó clara cuál es la situación del turco: «¿Si es recuperable para el equipo? Depende de lo que haga él».