Los número ya le empiezan a salir al Real de Santiago Solari. O eso piensan en Madrid. La racha de cinco victorias seguidas en la Liga, junto con el empate copero ante el Barça en el Camp Nou en la ida de las semifinales (1-1), ha disparado la euforia en la casa blanca, que ya no ve disparatado optar a un triplete que hace unas semanas parecía utópico.

La semana decisiva que le podía complicar las cosas, iniciada en el Camp Nou y proseguida con la victoria ante el Atlético en el Metropolitano (1-3) el sábado, se completará este miércoles con la ida de los octavos de la Champions en la Johan Cruyff Arena de Amsterdam. El Madrid no cae en octavos desde el 2010, ante el Lyon, y en ninguna eliminatoria de la Champions desde mayo del 2015, semifinales ante la Juventus, en el último año en que la 'orejona' no fue para el Madrid (ganó el Barça su quinta Copa de Europa).

"¿La cuarta Champions consecutiva? Para el Madrid nada es imposible", aseguró el domingo Solari, que se siente fuerte, como el equipo. Además, viajará a Holanda con pocas bajas -Isco y Llorente, a lo sumo- para medirse con un Ajax en horas bajas, que desde el parón invernal solo ha ganado dos partidos de cinco, con una humillante derrota el sábado en la Eredivisie ante el débil Heracles (1-0). "Ha sido escandaloso", reconoció el central De Ligt. Frenkie de Jong, además, no pudo acabar el partido, y es duda ante el Madrid, lo mismo que el lateral izquierdo Nicolás Tagliafico.