La agonía continúa. El empate que cosechó el Real Madrid ante el Betis no despejó el panorama de un equipo que no sabe qué hacer para salir de la depresión. Ya no se trata de falta de actitud, sino de ausencia de método, de algo más que esperar un hecho aislado para salir de un túnel que comienza a ser muy largo. Los blancos llevan un punto de los últimos nueve disputados y tienen que mirar muy arriba para encontrar al Barcelona, que es el líder sólido de la tabla.

Malos síntomas los que rodean al Madrid, un equipo poco dado a redoblar su esfuerzo cuando se trata de remontar posiciones en la tabla. Más bien, los blancos siguen presa de su falta de respuesta, quizá porque muy pocos jugadores parecen en condiciones de aguantar la presión. "Somos fatalistas y no nos salen las cosas. Cuando perdamos el miedo, saldremos adelante", afirmó Mariano García Remón tras el encuentro del sábado en Sevilla.

SABOR A DERROTA Los blancos se habían puesto como meta tres partidos para intentar encadenar tres triunfos y salir de la crisis. El del Betis, el de mañana ante el Dinamo de Kiev, en Champions, y el del próximo sábado ante el Valencia. De momento, la terapia no ha dado buenos resultados porque, a estas alturas, un empate no sabe más que a derrota. Entre otras cosas, porque el Madrid mantiene el peor arranque liguero de su historia. Lleva cinco goles en siete partidos, está a nueve puntos del Bar§a y ha caído al undécimo puesto en la tabla.

Esa circunstancia llevó ayer a Helguera a remontarse a la pasada temporada para buscar un dato tranquilizador. "En enero del año pasado les sacábamos 18 puntos. A pesar de que el Bar§a no juegue bien, está ganando y eso es importante, aunque todavía queda mucho", afirmó el jugador madridista.

Helguera admitió que el punto ante el Betis no tiene ningún peso y que su equipo no está acertado. "El empate es malo porque además ganó el Barcelona. Sabemos que no estamos jugando bien, pero eso son rachas. Intentas hacerlo bien y no te sale nada. Estamos en una onda un poco mala", dijo el jugador blanco.

ENFADO DE MORIENTES En peor situación está Morientes, que calentó hasta cuatro veces durante la segunda parte y, finalmente, no salió al campo. Se tragó el mal encuentro de Owen y su paciencia está casi agotada. Pese a que ha quedado desmentido su pase al Liverpool, el delantero, al que le resta ésta y la próxima campaña de contrato, vive otra pesadilla tras decidir quedarse en el Real Madrid con la promesa de José Antonio Camacho de que iba a jugar muchos minutos.