Barcelona o Valencia alzarán esta noche en Sevilla (21.00 horas, La 1) la Copa del Rey, que puede suponer un récord si lo logra el primero, porque sería la quinta consecutiva, o redondear el año del centenario del segundo tras más de una década sin ganar un título. El estadio Benito Villamarín se estrenará como escenario de la final copera, la cuarta que se jugará en Sevilla, en la que el Barcelona, dueño indiscutible del trofeo, va a por su noveno doblete y el Valencia a repetir una victoria que no celebra desde el 2008 cuando ganó al Getafe en el Vicente Calderón.

La historia de amor que tiene el Barcelona con la Copa (30 títulos en 40 finales) llega a este año con los ánimos en el club azulgrana no alineados, tanto dentro como fuera de la entidad, pues de igual forma que la directiva y el vestuario apuestan ciegamente por el título, no todos los seguidores están en la misma onda tras el decepcionante adiós a la Liga de Campeones.

El Barcelona llega apenado tras la eliminación en la Liga de Campeones y con una larga lista de jugadores tocados y otra de la que el preparador no puede echar mano, como los lesionados Suárez y Dembélé. Para el centro del campo, Valverde cuenta con variantes para alinear a Arthur y Coutinho, opciones ambas que junto a la de Vidal aparecerá como la única duda del preparador, que ayer recibió el respaldo de Messi: «Me gustaría que siguiera. El año pasado hicimos el doblete y quedó manchado por la eliminación, y este año podemos hacer otro doblete, con una mancha mucho más grande. En dos años se perdieron dos partidos que te marcaron muchísimo. Más allá de eso, el resto fue bueno», dijo el argentino. El resto de la alineación parece clara, pues en la portería se espera el habitual en la Copa, el holandés Cillessen (Ter Stegen está lesionado y no estará ni en el banquillo). Delante, el cuarteto de defensas con Sergi Roberto o Semedo, Piqué, Lenglet y Jordi Alba.

La ilusión del Valencia / El equipo che afronta la cita liberado tras haber conseguido cerrar en la última jornada de Liga la clasificación para la próxima Champions, que era el principal objetivo del club esta campaña. Para ello ha necesitado completar un largo esprint que ha pasado factura a la frescura física y mental del equipo en el tramo final.

Además de liberado y cansado, el Valencia encarará la cita de ilusionado por la posibilidad de volver a abrir sus vitrinas y conquistar un título tras más de una década de sequía y de hacerlo en la temporada en la que ha celebrado su centenario.

En el aspecto deportivo, el técnico Marcelino García Toral podrá contar finalmente con el central Garay y con el mediocentro Kondogbia, dos piezas claves en su once, aunque mientras el primero ha dicho que está en perfectas condiciones, el segundo ha confesado que, tras haber pasado más de un mes de baja, no está al cien por cien. Las únicas bajas seguras para esta cita son las del ruso Cheryshev, que sufrió hace un mes una lesión en la rodilla, y el surcoreano Kang In Lee, que está concentrado con la sub-20 de su país.

Más allá de que se da por segura la presencia de jugadores como Gabriel Paulista, José Luis Gayà, Dani Parejo, Gonçalo Guedes o Rodrigo Moreno en el once, la única certeza es que bajo los palos estará Jaume Doménech.