Maryia Roshchyn y Carlos Mayo alcanzaron su sueño. El martes pasado regresaron a España contentos por el deber cumplido tras disputar en Eugene el Campeonato del Mundo Júnior. La vallista y el fondista tuvieron un papel destacado en Estados Unidos. Mayo disputó los 10.000 metros terminando en un destacado décimo puesto, mientras que tres días más tarde corrió los 5.000 metros, acabando el decimocuarto. Por su parte, la jacetana pasó una ronda de los 400 metros vallas.

Para el atleta del Simply Scorpio el balance es "sobresaliente. En el 10.000 estuve genial. En los 5.000 metros no me encontré bien. Tenía los gemelos como piedras y no tuve cambio. Quería hacer marca personal, pero al final me conformé con terminar en 14.19", indica.

Mayo fue el mejor atleta europeo en los diez kilómetros. "Solo me ganaron los africanos y dos atletas japoneses. El primer mil lo pasé en 3.02 y después fui regulando el ritmo. El 5.000 hice 14.55 y superé a cinco atletas". De su actuación en los 5.000 metros está contento. "Lo importante es que estuve en la pomada y no me salió mal. Lo que pasa es que tuve poca recuperación. Me faltaba explosividad y tenía las piernas reventadas", dice Mayo.

A Mayo le queda un grato recuerdo de la organización de la competición. "El trato fue impresionante. Estados Unidos es un país con una gran afición al atletismo. No hay más que ver el revuelo que levantó el triunfo de Mary Cain, su compatriota, en los 3.000 lisos", explica Mayo.

La jacetana Maryia Roshchyn también se mostraba muy satisfecha de su participación en Eugene. "Ha sido un Mundial muy positivo. Lo calificaría casi de diez, aunque noté el jet lag". En las eliminatorias estuvo en sus marcas. "Terminé en un tiempo de 59.67 y pasé por puestos acabando la cuarta. Salí muy bien, aunque me los últimos metros me costaron más de la cuenta. Nunca había ido tan rápido, puesto que corrí en 15 zancadas hasta el quinto obstáculo", dice la oscense.

Dos días más tarde Roshchyn disputó las semifinales. "Competí por la calle ocho y no tenía referencias. Esa carrera fue un poco desastre. No fui rítmicamente bien, algo raro en mí", explica la atleta aragonesa.

Roshchyn acumula una nueva experiencia internacional tras disputar hace dos años los Mundiales júnior en Lille. "Pese a la inquietud de vivir esta experiencia, me he sorprendido puesto que no estaba nerviosa. Todo estaba mucho mejor organizado que en España".