Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, campeón de los últimos cuatro años en el Mundial de F-1 de la mano del alemán Sebastian Vettel, está convencido de que el segundo piloto del 'team' austriaco, el australiano Daniel Ricciardo, eliminado en el GP de Australia por consumir más combustible del permitido, será recalificado. "Ni él ni nuestro equipo hicieron nada malo", ha argumentado.

El australiano fue despojado de su segunda plaza horas después de concluir la carrera al detectarse en la revisión técnica del monoplaza que este "superaba constantemente el límite de flujo de combustible de 100 kg/h.". Los responsables de Red Bull han apelado e insisten en que actuaron correctamente y que van a "luchar contra el fallo".

"No es culpa de Daniel y yo no creo que sea tampoco culpa del equipo, ya que hemos cumplido con la norma", ha declarado Horner al diario australiano 'Sydney Morning Herald'. "Estoy muy decepcionado, muy sorprendido, y espero que con el proceso de apelación quede claro que el coche se ha ajustado en todo momento a la normativa, pues no estaríamos apelando a menos que estuviésemos seguros de que tenemos un caso defendible", ha agregado.

Un sistema poco fiable

Horner, al igual que otros ingenieros y expertos del 'paddock', ha restado credibilidad al rendimiento del sensor de combustible, utilizado por primera vez en Australia en competición al ser esta la primera temporada en que se imponen límites de combustible y de caudal.

"Estos sensores de consumo instalados por la FIA [Federación Internacional de Automovilismo] para medir el combustible han demostrado ser problemáticos en la calle de talleres y desde su introducción han generado discrepancias. Es una tecnología inmadura y creemos que no se puede confiar al 100% en los datos que refleja", ha añadido.

El equipo no hizo caso a la FIA

El acta de sanción elaborada por la federación es muy clara. "Nuestro representante técnico observó durante la carrera y a través de la telemetría que el flujo de combustible era demasiado alto y contactó con el equipo, dándole la oportunidad de seguir las instrucciones y reducir el flujo para que estuviera en el límite y medido por el sensor homologado. El equipo eligió no hacer esta corrección", subraya. "Este parámetro está fuera del control del piloto", añade el dictamen de los jueces de carrera, que descarta cualquier responsabilidad de Ricciardo.