La mejora del Huesca es manifiesta. El equipo altoaragonés, desde la llegada de Francisco, compite mucho mejor, domina por fases a los rivales y ha merecido sumar más puntos. Sin embargo, no se está traduciendo en puntos. Son solamente dos los cosechados desde la llegada del entrenador andaluz, pero los azulgranas están, en líneas generales, en el buen camino. Falta rematar la faena y que llegue la tan ansiada y necesaria victoria.

Las únicas excepciones especialmente sangrantes han sido los dos partidos de la Copa del Rey ante el Athletic. Ni en San Mamés ni en El Alcoraz el Huesca ofreció una imagen digna y esperanzadora de cara al futuro. Sin embargo, ante el Real Madrid, con el estadio oscense lleno, volvió a verse una buena versión. Sometió por muchos momentos al campeón de Europa. Está en horas bajas, pero sigue siendo un gigante mundial. Esa es la hoja de ruta, pero la salvación se aleja.

El Villarreal debe ser el punto de inflexión. Aunque para Pablo Insua no sea una final («no diría que contra el Villarreal será una final, pero sí una oportunidad para acercarnos a la salvación», dijo ayer), prácticamente lo es. El conjunto amarillo marca el límite de la permanencia y tiene 14 puntos, el doble que el Huesca. Por encima de los castellonenses se encuentra el Leganés con 17 puntos. La cuenta, por tanto, es muy sencilla. Una derrota en casa dejaría al Huesca a diez puntos de la salvación y, un triunfo, le reengancharía, ya que se quedaría a cuatro con más de media Liga por delante. Nada es definitivo, pero es la hora de que los oscenses den un paso al frente. Reengancharse o condenarse.

Para ello se encomienda a un Alcoraz que todavía no ha visto ganar a su equipo en Primera División. El balance es de tres empates ante Girona, Getafe y Levante y cuatro derrotas. A pesar de los números, el Huesca, especialmente ante los madrileños y los granotas, ofreció una gran imagen, fue incisivo, practicó un buen fútbol y mereció esa victoria en casa que tanto se resiste. Pero no llega y sigue colista. Con buenas intenciones no basta.

La opinión de los jugadores / El vestuario es consciente de la mejora, que es palpable, pero resta dar el último empujón. «El equipo en la Liga está compitiendo bien y este es el camino a seguir. Se lo hemos puesto difícil, todo un Real Madrid ha sufrido y merecimos más. Puede ser un punto de inflexión. Tenemos que seguir en esta dinámica», dijo Moi Gómez tras el partido ante el conjunto blanco.

Melero, al contrario que Insua, sí que cree que «todos los partidos son finales en la situación que estamos». «Sobre todo tenemos que igualar la intensidad, mantener esta actitud para el resto de La Liga. Eso es lo que nos permitirá salir, desde el próximo rival al último partido», agregó.

Precisamente Pablo Insua también sabe «la situación en la que estamos» y que las sensaciones «ya no valen tanto como los puntos», pero se muestra confiado en que «si seguimos la línea del partido ante el Real Madrid, los puntos van a llegar». Y el del Villarreal es un encuentro «importantísimo como todos los que vienen». Es el día marcado para reengancharse y abrir un hilo de esperanza. El Huesca se encomienda a El Alcoraz.