Francisco ha encontrado el camino correcto hacia la victoria y la Sociedad Deportiva Huesca lleva 8 puntos ganados de los últimos 15 en juego. La mejoría en el juego es notable y, consecuentemente, los resultados también llegan. El técnico almeriense, tras semanas de pruebas, comprobó que el 5-3-2 es el sistema que mejor se adapta a las características de sus jugadores, especialmente de los hombres clave, pero ahora se le acumulan los problemas por las dichosas lesiones, especialmente en la retaguardia y en el centro del campo.

En la medular el último jugador de vital importancia para Francisco en caer ha sido Christian Rivera y no para poco tiempo. El centrocampista será intervenido hoy por la mañana en la Clínica MAZ de Zaragoza tras haberse fracturado el codo izquierdo en el duelo del viernes ante el Espanyol. Aunque el tiempo de baja depende de la intervención y la evolución de la lesión, el gijonés puede estar hasta dos meses alejado de los terrenos de juego. Es decir, se pierde un tramo muy importante de la temporada en el peor momento posible.

Francisco está obligado a reinventarse y a reestructurar. No le queda otra. Pierde a un jugador que ejercía de ancla por delante de la defensa y fundamental por su solidaridad defensiva, su salida de balón desde atrás, su capacidad para lanzar contragolpes con pases precisos y su gran zancada. Y también, por supuesto, a un futbolista con llegada y gol.

Llegó por la lesión de larga duración de Luisinho y desde entonces ha jugado 14 partidos con la camiseta del Huesca, uno de ellos de Copa del Rey. Debutó a lo grande, con un golazo ante el Levante, y en la competición regular solamente se ha perdido 40 minutos en tres suplencias. Ha actuado en el doble pivote, como mediocentro defensivo o en el enganche con la delantera. Una polivalencia que a Francisco le hace un roto a estas alturas decisivas de la campaña.

Esta baja se une en la medular a la sensible de Gonzalo Melero, que tuvo también que pasar por el quirófano por sus problemas de pubis. Son dos jugadores imprescindibles y destacados en los esquemas del preparador andaluz; tanto que, dependiendo de la confianza en sus futbolistas, podría incluso variar el sistema, aunque no parece probable.

Las opciones

En la defensa, el Huesca ha perdido para toda la temporada también a Pablo Insua tras romperse el ligamento cruzado justo cuando mejor estaba él y el equipo en general. Formó una línea sólida de tres centrales junto a Etxeita y Pulido, pero cayó en Girona. Adrián Diéguez ha tenido momentos de claridad y oscuridad y, el mayor problema quizá, es que en caso de lesión o sanción no hay otro central en el banquillo. El club trabaja para incorporar a un central, pero el mercado está muy complicado.

Mientras no disponga de ese zaguero poco puede hacer Francisco, aunque en el centro del campo sí que tiene variantes para sustituir a Rivera. Las más naturales, siempre y cuando decida no cambiar el sistema, son las de Musto y Aguilera. Sin embargo, el argentino no tiene el toque de balón del asturiano y el madrileño, aunque tiene mejor trato de pelota, no posee el recorrido de Rivera. Otra posible opción es Herrera, aunque quedaría mermada su capacidad de llegada al área rival y su potente disparo lejano al jugar más atrás. También puede cambiar Francisco el sistema, pero se suele decir que lo que funciona no se toca. Le toca reestructurar y pensar mucho.