El Alcoraz se pone guapo para la Primera División. Cualquier aficionado azulgrana que eche la vista atrás una década o algo más y recuerde el feudo oscense, su primigenio estadio y a su equipo entre Tercera y Segunda B y vea ahora en qué se ha convertido la Sociedad Deportiva Huesca debe sentir orgullo.

Una de las premisas principales es gastar menos de lo que se ingresa, pero no quiere decir que no se invierta y El Alcoraz es uno de los mejores ejemplos. El dinero que percibirá el club, principalmente por los derechos de televisión, es sustancialmente superior al que recibía en la categoría de plata. La repercusión aumenta exponencialmente, habrá muchos más ojos pendientes de Huesca por la propia idiosincrasia de la Primera División y todo ello forma un caldo de cultivo perfecto para la promoción del equipo y de la ciudad.

Ya se aumentó en unas 300 localidades la tribuna principal en la segunda vuelta del pasado curso, pero ahora la entidad le está dando un profundo lavado de cara a El Alcoraz para que sea un estadio de Primera División. En total, son catorce actuaciones repartidas en dos fases principales que, una vez estén completas, habrán costado entre 6 y 7 millones de euros, una cifra costeada de forma íntegra por el club debido a que el estadio es propiedad de la entidad y no de titularidad municipal. «Prácticamente tenemos un campo nuevo en mes y medio», explica Josete Ortas, gerente del Huesca. Y no le falta razón.

Los principales cambios / El club pidió a la Liga comenzar los tres primeros partidos de la nueva temporada fuera de casa para disponer de más tiempo para acometer las obras de mejora del estadio, proyectadas por el arquitecto Ignacio Lacarte, y que permitirán tener un aforo total de unos 7.800 espectadores y una fachada exterior remodelada.

En el fondo norte se ha hecho una tribuna igual que la central, donde se ubica el palco y las cámaras de televisión, en dos pisos. Para ello se tuvo que derribar el muro exterior y hacer uno nuevo que diera cabida a la nueva grada. En el fondo sur la actuación es similar, solo que la grada a instalar es supletoria. Ambas van a estar cubiertas para que el público no se moje en caso de lluvia.

Otra de las actuaciones importantes es la del sistema de iluminación. Se han sacado las torres del campo y se sustituye por un alumbrado LED de apagado instantáneo y arranque en caliente en caso de apagón que se ajusta más a las exigencias de la LFP.

En cuanto a las gradas, «queda pendiente el cierre de las esquinas, ponerles techo, y para el año que viene en la de General haremos una tribuna para que todo el campo quede en dos pisos y cerrado», comenta Ortas. Además, para este mismo invierno están estudiando un proyecto para poner calefacción en el campo oscense.

Además, se han construido cuatro cabinas nuevas para los medios de comunicación, que se unen a las cuatro ya existentes; la sala de prensa y la zona de la tribuna para los periodistas también se ha mejorado, el túnel de vestuarios va a ser «completamente nuevo» y en los propios vestuarios «no hemos podido intervenir mucho por temas de tiempo, pero en un futuro haremos alguna cosilla», asegura el gerente de la entidad.

Además, «se ha hecho nuevo el palco de autoridades, habrá otro institucional con capacidad para más de 50 personas con dos anexos (lo cual hará que se llegue hasta las 80), y otro palco para las empresas en el que cabrán 110 personas», explica. Por otra parte, habrá cuatro boxes para diez personas cada uno que serán privados, y en la supletoria habrá cuatro palcos más, también de empresas, para 88 personas en total.

Por otra parte, el club ha comprado dos campos agrícolas próximos a El Alcoraz para convertirlos en un aparcamiento y una Fan Zone «para que los aficionados acudan antes de cada encuentro», afirma Ortas. Aparte, el Ayuntamiento de Huesca invierte 800.000 euros en la mejora de los accesos al campo desde el Palacio de los Deportes. Un nuevo Alcoraz, de gala, para un reto mayúsculo y bonito.