El parque cerrado del GP de Mónaco vivió con enorme curiosidad la boda pasada por agua de Madrid. Varias carpas, entre ellas la de Ferrari, tenían las pantallas de televisión sintonizadas con el enlace de Felipe y Letizia. Fernando Alonso no pudo eludir la ceremonia y aseguró que intentaría dedicarle a los novios "una gran carrera, un podio y, quién sabe, tal vez hasta la victoria". "Siempre intento ganar, pero esta vez aún más", añadió el piloto asturiano de Renault, que estaba invitado al enlace pero no pudo acudir.