Peor hubiera sido que Arrigo Sacchi se hiciera una idea equivocada de la verdadera situación del Madrid. Si el equipo blanco no se lleva la bofetada que se llevó ante el Sevilla, es muy probable que el nuevo encargado de reflotar la nave no supiera a estas horas el verdadero terreno que va a pisar. Es lo que piensa Florentino Pérez, que es consciente de que el Bernabéu no le va a perdonar una más.

Sacchi comió ayer con Mariano García Remón antes de volverse a Italia, de donde no regresará hasta primeros de enero. Ya sabe de primera mano las razones del entrenador blanco para sentar en el banquillo a Roberto Carlos, Beckham y Ronaldo. Si ha sido para darles descanso, no se entiende con las vacaciones navideñas al caer. Los motivos tácticos sólo cuadran en el caso del inglés porque Bravo obliga a echar de menos al lateral brasileño aún en la peor forma, y el goleador sentado canta mucho al comprobar el estado penoso de Raúl.

Es de suponer que el técnico italiano se haya interesado por los posibles recambios para Samuel y, si está al tanto, preguntaría a García Remón por Pavón, que las veces que ha jugado esta temporada ha demostrado con creces que en estos momentos es mucho más fiable que el argentino.

Fichajes urgentes

Con toda la información que maneja, que es mucha para las pocas horas que lleva en el cargo, Sacchi se habrá hecho ya la composición de lugar precisa. Si Pérez no pensaba en fichajes para el mes que viene, el exasesor del Parma tiene la obligación de convencerle de la llegada urgente de un medio centro y un lateral izquierdo como poco.

Aunque su contrato no contempla la posibilidad de que vuelva a sentarse en el banquillo, Sacchi tiene la intención de no perderse un entrenamiento. Y está dispuesto a dar a García Remón todos los consejos que le solicite. Eso sí, sin mediatizarle. "El entrenador será el responsable de la alineación", dijo ayer. Lo que no está en condiciones de aclarar es si el técnico madrileño llegará hasta junio.