Juanjo Camacho se marchará de pretemporada con el Real Zaragoza por quinta vez en su joven carrera deportiva, pero en esta ocasión ya sabe que, a la vuelta, no tendrá que jugar en Segunda B ni buscarse otro destino futbolístico, sino que formará parte de la plantilla de Víctor Muñoz. "Es un premio a la constancia y a la pelea de muchos años por llegar al primer equipo", dice Camacho, que el jueves se convirtió en el segundo refuerzo del equipo aragonés al firmar un contrato por una temporada, ampliable a tres más en función del número de partidos jugados.

Camacho llegó al filial de Jesús Solana en enero, procedente del Livingston escocés, y no tardó en convertirse en el referente del equipo y en uno de los máximos artifices de la permanencia en Segunda B. El joven futbolista volvía así a la misma situación que en 1999, cuando sus virtudes en el campo le habían hecho destacar ya en el juvenil y en el segundo equipo del Zaragoza y el club le premiaba con un verano junto a la primera plantilla. "Fui en varias ocasiones a la pretemporada, pero me faltaba un poco de madurez. Ahora he mejorado mi colocación en el campo y tengo más experiencia".

Hasta que decidió marcharse, Camacho viajaba siempre a la pretemporada con un billete de ida y vuelta, con la certeza casi absoluta de que, al terminar el verano, volvería a estar en el Zaragoza B. Por eso emigró, primero al Recreativo de Huelva, donde coincidió con Iban Espadas, luego al Real Madrid B y, por último, a la colonia española de Escocia, el Livingston, con Sánchez Broto y Chechu Dorado. "Ha sido una decisión del club y me hace una ilusión tremenda, pero ahora tengo que ganarme un puesto en los entrenamientos", dice el jugador, cuya contratación tiene el visto bueno de Víctor Muñoz.

"Soy un jugador de equipo, competitivo, regular y con llegada al área aunque suelo jugar algo retrasado", se presenta Camacho, dispuesto a ofrecer todas sus virtudes para cumplir una de sus grandes ilusiones. "Cuando estás en la cantera, siempre sueñas con poder llegar al primer equipo, pero es muy difícil", dice el jugador, que vuelve del exilio. Y este regreso es definitivo.