Rafael Nadal no estará hoy en la final de Wimbledon. Después de una memorable batalla de dos días y 5 horas y 15 minutos, Novak Djokovic le arrebató la posibilidad al derrotarle en un dramático y emocionante partido en el que el tenista serbio se impuso por 6-4, 3-6, 7-6 (11-9), 6-3 y 10-8. «No tengo palabras para explicar esta victoria. Ganarle aquí al mejor del mundo es para mí algo inexplicable. Me siento inmensamente feliz», decía a la salida de la pista, aún exhausto el tenista serbio que jugará este domingo la final ante el surafricano Kevin Anderson (15.00 horas).

Djokovic entraba en la central con la ventaja en el marcador de dos sets a uno, recuperado del cansancio tras 2 horas y 54 minutos y con la moral alta para afrontar la batalla final. Nadal lo hacía en peores condiciones y sabiendo que si quería estar en su sexta final de Wimbledon no podía permitirse un fallo más. La noche del viernes había dejado escapar tres set balls, el último de ellos con ventaja de 8-7 y saque en su poder. Ahora tocaba un nuevo partido al límite de esos que ha levantado tantos, cuando parecía imposible.

A 26 grados de temperatura, con el cielo despejado, Nadal y Djokovic entraron a la central cubierta por el techo retráctil. Las normas obligan a jugar el partido con las mismas condiciones que se empezó a no ser que los jugadores lleguen a un acuerdo y Djokovic no estaba por la labor. Jugar bajo techo era una ventaja añadida para el tenista serbio que no iba a dejar escapar. Sabía lo que le esperaba y no podía ser peor a como se marchó de la central el viernes.

El primer juego se alargó 16 minutos y tras 18 puntos Nadal se lo llevó después de que Djokovic perdiera dos break points. El número 1 estaba motivado, agresivo y muy valiente. El serbio, más conservador. Y eso dio el primer break a Nadal (3-0).

Djokovic recuperó la posición gracias a un mal juego de Nadal con su saque (3-2). Volvía la igualdad, pero Nadal volvió a hacer el break (5-3) para desesperación de Djokovic que golpeaba con rabia su zapatilla tras el error que le había costado el juego con toda la ventaja para él. Y un poco más de desesperación cuando en el siguiente juego desperdició un 0-40, cediendo seis puntos seguidos, el último con un ace decidido por el ojo de halcón que le costó el set al tenista serbio.

Ahora sí, todo o nada para los dos tenistas, en un quinto set definitivo. Un final para valientes. Adrenalina a tope pero máximo control para evitar un error fatal. Primer objetivo, defender el servicio y buscar después el break. La primera oportunidad de rotura la tuvo Djokovic con 4-3 (30-40) a su favor, pero no supo concretarla. La segunda fue para Nadal con 4-4 (15-40). Tampoco pudo.

Tensión máxima y nervios. Silencio en la grada. Nadal salvó un 0-30 con su saque (5-5). Djokovic grita irritado, enloquecido, cuando comete errores inesperados. Con el marcador 7-7, Djokovic salvó tres break points en un durísimo juego que se llevó tras 14 puntos y casi 10 minutos y en el siguiente tuvo un primer match ball. Nadal lo salvó con una dejada sobre la línea y un punto de saque después (8-8). No pudo conseguirlo en su siguiente saque, el último del partido. Djokovic se adelantó (0-40) y, en el segundo match ball, Nadal disparó una derecha fuera.