Inda Garín es una de las alternativas de futuro del empobrecido esquí alpino femenino español. Garín aúna su juventud con la clase innata. Lo demostró hace pocas semanas llevándose la medalla de plata del supergigante en el Campeonato de España absoluto que se celebró en Sierra Nevada. La deportista de 21 años del Club Esquí Jaca aspira a ser la sucesora de Ana Galindo, la olímpica en Nagano y Salt Lake City.

El éxito de Garín tiene un gran mérito puesto que venía de dos años en blanco debido a una lesión en la rodilla. "La primera vez me lesioné el ligamento cruzado anterior y el menisco el 2008 siendo juvenil de primer año. Estaba en Suecia haciendo el Bachillerato y la caída fue entrenando". Pero la mala fortuna se repitió hace dos años. "Fueron los meniscos de la rodilla izquierda. Tardaron en operarme y me costó recuperarme porque tenía muchos dolores. La temporada pasada no esquié nada bien y estaba con muchas molestias. Me planteé dejar el esquí porque no quería hacer algo con lo que sufría mucho". Pero al final de la temporada le dejó de doler la rodilla y empezó a coger confianza. Fue entonces cuando regresó al Centro de Tecnificación (CETDI). "Ya había estado siendo infantil. Aunque sea la veterana del grupo, no me siento tan mayor cuando estoy con mis compañeros. Gorka Ugalde también está en la Universidad y tiene un año menos que yo", afirma.

Currículum

Garín fue la mejor infantil española de su generación. Ganó los Nacionales en eslalom, gigante y combinadas y acudió a la Topolino, la competición internacional más importante de la categoría. Con el reencuentro de la salud llegó la confianza a la cabeza de la altoaragonesa. La culminación fue la plata en el eslalom supergigante del reciente Nacional y el quinto puesto en el gigante. "Estoy contenta por los resultados y además estoy esquiando bastante bien en los entrenos. Si esquías bien, al final llegan los buenos resultados. No estoy nada preocupada. Obviamente lo tengo que luchar, pero la rodilla no me duele nada. Esto es lo que más me alegra".

Garín nació en Pamplona. Javier, su padre, es navarro y Ana, su madre, nació en Suecia. Su padre es piloto de líneas aéreas y la familia emigró a Navacerrada. "Allí ya esquiaba con tres años. Cuando me hice mayor nos íbamos todos los fines de semana a Jaca y cuando empecé quinto de Primaria nos mudamos a la villa altoaragonesa". Inda tenía entonces diez años. "Tengo un poco de mezcla. Soy más fría a la hora de mostrar mis sentimientos, trabajadora y constante. Me considero de Jaca y es aquí de donde tengo los mayores recuerdos". Ahora vive a caballo de Jaca y de Madrid, donde estudia Ingeniería de Diseño Industrial. "Estudio a tiempo parcial para compaginarlo con el esquí. Cuando estoy en Madrid hago el entreno físico y en invierno no piso casi la Universidad. En invierno vivo en Jaca, que es donde podemos entrenar con el CETDI", apunta.

Inda es realista, aunque su prioridad es el deporte. "Estos últimos años he dado más al esquí porque es lo que me llena, pero siempre hay que tener una salida por si acaso". Sabe que es muy difícil, pero no imposible competir en los Juegos de Corea. Entonces tendrá 25 años. "Es un objetivo. Está complicado, pero no imposible. Depende de muchas variables. Mayormente de uno mismo, que puedas entrenar, que las lesiones no te afecten...". Los españoles en Sochi no tuvieron suerte. Carolina Ruiz se cayó en sus dos competiciones. "No se puede pedir de la noche a la mañana que hagamos resultados, porque no hay medios. En el CETDI nos lo hemos pagado casi todo. Pero no me preocupo de temas políticos y me dedico a entrenar", dice resignada.