Edurne Pasaban tiene motivos para celebrar hoy su cumpleaños por todo lo alto. Con 32 años es la mujer viva con más ochomiles del planeta, siete, entre los que hay que contar ya el K-2, la montaña de la muerte, con la que mantuvo un pulso titánico del que salió victoriosa junto a sus compañeros de Al filo de lo imposible . Tampoco existe entre las vivas ninguna otra fémina que pueda contar la Gran montaña entre sus conquistas. "No aprecio ese tipo de cosas. Sólo sé que he ido con un grupo de amigos y hemos subido una montaña como habíamos planeado", decía una Pasaban tranquila y relajada tras una evacuación relámpago desde el campo base del Chogori.

"Estaba preocupada por las congelaciones, por eso quería llegar aquí cuanto antes, pero ahora estoy bien y tranquila", explicaba la guipuzcoana, que recordaba la que ha sido la expedición más complicada y técnica de su carrera. "De todas en las que he participado, ha sido la más dura, en la que más he disfrutado y de la que mejor recuerdo voy a tener", aseguraba la himalayista. Todo lo contrario que su compañero de expedición, más afectado físicamente que ella pero con una idea muy clara: volver a la montaña.

"En noviembre nos vamos al desierto con los de Al filo de lo imposible y el año que viene tengo una expedición programada al Nanga Parbat", decía Oiarzabal. "Yo no voy a dejar de ir al monte, pero este año hay que parar. Ninguna montaña vale un dedo", afirmaba, en la habitación de al lado, Edurne Pasaban. "Cuando nos metieron en el helicóptero, al que nos llevaron en brazos, Juan me dijo ´¡El año que viene al Nanga Parbat!´ Le dije que estaba loco".

Pasaban mantiene la cabeza fría, lejos de la obsesión por sumar ochomiles a una lista, mientras disfruta de su última conquista. "Llegué la última a la cumbre y casi no me dejaron ni respirar porque teníamos que grabar para el programa. Hice algunas fotos y no pude disfrutar de la cumbre hasta que Sebas me enseñó en el avión los 40 minutos que habíamos grabado". Edurne celebra su cumpleaños con una gran hazaña, rodeada de amigos y con la cabeza en su sitio.