Maryia Roschyn tiene 18 años, mide 1,77, es rubia y delgada. Parece una atleta del Este. Sus padres son rusos, pero llevan muchos años establecidos en Jaca y Maryia es aragonesa por todos los costados. "Eugenio, mi padre, fichó por el Club Hielo Jaca en el final de su carrera y desde entonces vivimos en Jaca", dice la atleta del Piélagos.

El pasado fin de semana fue la gran protagonista aragonesa del Nacional júnior de Castellón. La altoaragonesa ganó los 400 vallas y otra aragonesa, Elisa Cortés, fue la segunda en esta prueba. Además, Roshchyn hizo la mínima mundialista en las semifinales con 59.33. "Eran las diez de la noche, una hora muy buena. No hacía calor, ni viento, había que aprovechar la oportunidad y arriesgué", explica Roschyn. La jacetana acudirá al Mundial junto al zaragozano Carlos Mayo, que ganó el 5.000 lisos. "Competiré en Oregon el 23 de julio. Esto es un premio. Pasar ronda y hacer marca sería la guinda", dice.

Desde hace un año se entrena en la residencia Blume de Madrid con Jesús Álvarez. Estudia primero de Medicina. "Aquí estoy muy bien. Tengo todo cerquita, el centro de la ciudad, la Universidad y las pistas. No tengo añoranza de Jaca. Allí desconecto, descanso, estoy con mi familia. Pero para vivir lo veo demasiado tranquilo, soy joven y necesito una vida un poco más activa en Madrid", apunta Maryia.

Elisa Cortés nació como Roshchyn en el año 95 y es un genuino producto de la escuela de atletismo del Simply Scorpio. "En Helios hacía patinaje y hace ocho años que practico atletismo. Ahora llevo entrenando seis años con Jorge Rodríguez". Cortés era consciente que sería muy complicado llevarse el oro en Castellón compitiendo su amiga Roshchyn. "En semifinales corrí más a gusto. En la final intenté hacerlo de la misma manera, pero me tragué dos vallas y en la octava casi me caigo. En la final hice 1.00.56, mi segunda mejor marca, pero me quedé con ganas de más". Esta estudiante de Ingeniería de Diseño Industrial, quiere entrar por primera vez en la final del Nacional absoluto y destaca por sus dotes competitivas. "Suelo competir siempre bien, aunque el ritmo me cuesta cogerlo y suelo salir lenta", dice.