El remolque comienza a ser un vehículo demasiado pesado para el Real Zaragoza. En Pamplona también volvió a pasar. El rival fue el primero en marcar, algo que ha sucedido en dieciocho ocasiones a lo largo de la temporada. Es decir, el cuadro aragonés empieza perdiendo dos de cada tres choques, el 66% del total, un porcentaje que provoca que todo sea todavía más difícil.

Lejos de cambiar, la tendencia se ha acentuado desde la llegada de Víctor Fernández. De los nueve partidos dirigidos por el técnico aragonés, solo en uno el Zaragoza logró adelantarse en el marcador. Fue ante el Oviedo (2-0) en la vigesimotercera jornada del campeonato. En siete de las ocho restantes fue el rival el que dio primero, mientras que ante el Albacete (0-0) no marcó nadie.

Así, en los cinco partidos disputados fuera de casa a las órdenes de Víctor, el Zaragoza siempre ha encajado antes. Lo hizo en Gijón, Majadahonda, Las Palmas, Lugo y Pamplona, aunque eso no le impidió remontar en El Molinón (1-2) y el Anxo Carro (1-2), o empatar en Madrid (2-2) y Gran Canaria (1-1). En El Sadar, sin embargo, Osasuna se quedó con los tres puntos merced a los propios errores zaragocistas y a una rigurosa expulsión de Eguaras.

Ningún otro equipo acumula tantos encuentros recibiendo el primer revés. Tenerife y Extremadura, que lo han hecho en 17 ocasiones, son los que más se acercan, mientras que el Nástic ha empezado perdiendo 16 de los 27 partidos disputados hasta la fecha. Ni Idiakez, ni Alcaraz ni Víctor han sido capaces de acabar con una tendencia clave para mantener al equipo en la zona baja de la tabla clasificatoria y lejos de cualquier aspiración -está a 13 puntos del playoff-.

El Zaragoza solo ha sido capaz de marcar primero en seis choques, lo que supone el 22% del total. En la segunda vuelta únicamente lo ha conseguido una vez -ante el Oviedo-. Antes lo había hecho también en La Romareda ante el Rayo Majadahonda (2-1), Las Palmas (1-1), Osasuna (1-1) y Tenerife (1-1) y como visitante solo en Oviedo (0-4) el 8 de septiembre, es decir, hace cerca de seis meses.

En los tres partidos restantes -frente a Córdoba y Albacete en casa y en la segunda jornada del campeonato en Reus- el marcador reflejó un empate sin goles al final de la contienda.

Misión imposible

El propio Víctor Fernández ya ha expuesto en numerosas ocasiones su deseo de que el equipo logre marcar primero «aunque si luego ganamos no me importa seguir encajando antes. Lo firmo», aseguró en la rueda de prensa del pasado viernes previa al partido del pasado sábado en Pamplon. Pero, a pesar de la mejoría defensiva de los aragoneses, el equipo sigue encajando goles. Desde que llegó Víctor Fernández, el equipo ha recibido un total de nueve tantos, es decir, uno por partido. La media es ligeramente mejor que la de Imanol Idiakez, que fue destituido tras recibir once goles en diez encuentros (1,1 por choque). El peor en este apartado fue Lucas Alcaraz, con el que el Zaragoza llegó a encajar 1,6 tantos por duelo (13 goles en ocho partidos).

Solo otros cinco equipos -Rayo Majadahonda, Lugo, Extremadura, Córdoba y Nástic- han visto perforada su portería más veces que un Zaragoza que únicamente ha sido capaz de dejar su portería a cero en cinco de los 27 encuentros disputados, es decir, en el 11% del total.