El Real Zaragoza ya se ha puesto manos a la obra para lograr la continuidad de Jorge Pombo en el club aragonés la próxima temporada. El extremo finaliza contrato el 30 de junio y desde la SAD se le ha hecho llegar a sus agentes que se va a apostar por una renovación que, a priori, no plantea muchas dificultades. Pombo, zaragozano y zaragocista, tiene claro que su deseo es firmar su primer contrato profesional con el equipo blanquillo y, desde la entidad, también hay una apuesta firme porque ocupe la próxima temporada una de las fichas del primer equipo.

Ahora mismo, una salida el 30 de junio de Pombo no dejaría ni un euro en las arcas del Zaragoza y, si mantiene su actual nivel, es obvio que no le van a faltar posibilidades como destino a un jugador de 22 años que ya tuvo minutos con Milla y con Agné, aunque ambos entrenadores acabaron por devolverle al Aragón, y que ahora cuenta con el aval de César Láinez en una apuesta decidida por la velocidad y el descaro del jugador que hasta el momento le está dando buenos resultados al técnico.

La negociación como tal no ha empezado, pero sí ha habido contactos y diálogos suficientes con los agentes del futbolista para que el optimismo en esta renovación tenga una base muy sólida. El Zaragoza, inmerso en plena batalla por seguir en Segunda, con tres puntos de renta sobre el descenso, está ahora pendiente de sellar cuanto antes esa permanencia en la categoría de plata, pero la dirección deportiva que encabeza Lalo Arantegui ya lleva tiempo trabajando en el escenario más probable, que es la continuidad en Segunda. Ahí se encuentran ya los intentos de renovación de Ángel, Marcelo Silva o Cabrera, los tres complicados, la apuesta decidida en que sea Natxo González, entrenador del Reus, el técnico del próximo curso o el interés en jugadores del equipo reusense que acaban contrato, como Ángel, el fichaje más factible, Alberto Benito o Folch, incorporaciones que plantean más dificultades.

En esa línea de trabajo está también la continuidad de Pombo, que ha agarrado con fuerza la oportunidad que le ha dado Láinez desde su llegada para sustituir a Raúl Agné hace dos semanas. El extremo fue titular en Elche cuajando un partido notable y anotando el segundo gol. Ese día disputó los 90 minutos y también lo hizo ante el Valladolid, donde fue el jugador más destacado en el ataque zaragocista y mereció repetir gol, pero una gran parada de Becerra lo evitó. En dos encuentros con Láinez, Pombo ha demostrado que en él habita un jugador que encaja perfectamente en el proyecto del Zaragoza para la próxima temporada en Segunda.

DESDE INFANTILES

Pombo llegó en infantiles a la Ciudad Deportiva procedente del Amistad, club al que fue cedido una temporada en el 2011 en juveniles. Pasó al filial en el 2013 y, cuando se lesionó de gravedad en mayo del 2015, el Zaragoza le ofreció un contrato por dos años porque acababa su vínculo un mes después, un gesto que el propio futbolista siempre ha agradecido.

Milla se lo llevó a la pretemporada y comenzó el curso con minutos en el primer equipo y hasta siendo titular en la Copa, pero el turolense dejó de contar con él y explicó esa decisión en una bajada de su nivel en los entrenamientos. Agné también comenzó dándole minutos residuales, pero con presencia en el primer equipo, aunque Pombo regresó después al filial tras el partido en Cádiz. Con Láinez, la historia apunta a ser muy distinta y, si el club y el jugador plasman en un contrato la buena predisposición por ambas partes, el extremo tendrá, por fin, sitio fijo en la primera plantilla. «Mi deseo es seguir aquí, sin duda», decía hace unos días. Así parece que será.