El Huesca está sin duda en el mejor momento de la temporada y no es casualidad que haya venido de la mano de una extraordinaria mejora defensiva. El equipo altoaragonés ha cimentado su resurrección en la fortaleza atrás y un sistema de tres centrales y dos carrileros que le está funcionando a Francisco casi a la perfección. Ha pasado de encajar al menos un gol en todos los partidos de Liga a no recibir en tres duelos seguidos (Real Sociedad, Valladolid y Girona) y a recoger el balón de la red tres veces en los últimos seis encuentros, pero todas a balón parado (dos penaltis y la falta directa de Granero).
La mejoría en la zaga ha posibilitado que la permanencia haya pasado de estar a once puntos y tan solo tres, pero ahora Francisco tiene varios dilemas en la cabeza, porque la retaguardia está en cuadro. Cayó Pablo Insua en Montilivi al romperse el ligamento cruzado anterior y estará lo que resta de curso en el dique seco; se lesionó también el incombustible Miramón con una microrrotura en el bíceps femoral y no podrá jugar este fin de semana ante el Getafe, pero quizá la baja más sensible es la de Jorge Pulido, sobre todo porque los azulgranas no tienen más efectivos disponibles para el eje de la defensa. De hecho, tanto el central toledano como el lateral aragonés son los dos jugadores más usados por Francisco en la presente temporada y los únicos junto a Moi Gómez en superar la barrera de los 2.000 minutos.
El conjunto azulgrana alegó por la quinta tarjeta amarilla que vio en el duelo contra el Sevilla y que le impedirá jugar en el Coliseum Alfonso Pérez, pero el Comité de Competición no atendió a la petición del Huesca y también es baja, por lo que a Francisco se le acumulan los problemas y las dudas atrás.
LAS OPCIONES DE FRANCISCO
Jorge Pulido es uno de los imprescindibles para el técnico almeriense como demuestran sus minutos disputados y, además, el Huesca pierde jerarquía, entrega, brega, balón parado y a un gran asistente. Además, la falta de opciones obliga a pensar a Francisco en diferentes variantes para afrontar el complicado duelo ante un Getafe en racha, en puestos de Liga de Campeones y con una delantera letal. Jaime Mata es, detrás Charles, que tiene la doble nacionalidad, el delantero español más anotador de la temporada con 11 goles, los mismos que Borja Iglesias, y ha anotado uno más que Jorge Molina. También está Ángel Rodríguez, que suma cinco tantos. Muchas amenazas peligrosas para una zaga mermada.
Akapo está recuperado y podrá jugar en el Coliseum en el flanco derecho, mientras que el lateral izquierdo tiene dueño y señor: Javi Galán. En el centro de la defensa surge el dilema. Diéguez y Etxeita pueden formar una pareja en el eje, pero entonces Francisco estaría obligado a modificar el sistema de juego que tan buenos resultados le ha dado al equipo azulgrana.
Otra opción es que Damián Musto, el jugador de corte más defensivo que le queda a los altoaragoneses, dé un paso atrás y se coloque como central, aunque es una alternativa arriesgada, por lo que quizá lo más factible es que juegue en su posición natural en el centro del campo, aunque ayudando en defensa en todo lo que pueda haciendo de ancla y de sostén del equipo. Otro de los grandes problemas con los que deberá lidiar Francisco es que en el banquillo no habrá defensas suplentes en caso de percances y el Getafe no es el mejor compañero de viaje para una defensa en cuadro. El almeriense deberá decidir.
