El empresario pakistaní Kadir Sheikh no se rinde. «Mi opción es comprar el Zaragoza, si el Zaragoza me quiere. Solo quiero que no muera», aseguró ayer, acompañado por Javier Láinez y Fernando Sainz Martínez-Vara de Rey, dos de sus apoyos para intentar acceder al paquete accionarial de Agapito Iglesias, que ya fue vendido al grupo de empresarios liderado por Javier Lasheras y Mariano Casasnovas. Solo dos horas después se reunía en el despacho del abogado Santiago Marquina con parte del grupo de empresarios aragoneses que compraron el 90% del paquete accionarial del constructor soriano. En concreto, con Casasnovas y los hermanos Zorita, Ángel e Ignacio, mientras que Javier Lasheras, Luis Gamón y Antonio Martínez -James Edward no estaba-, no asistieron al cónclave, dejando claro desde ese sector que no estaban de acuerdo en la forma de proceder del empresario pakistaní.

«Vamos a seguir hablando mañana (por hoy), soy optimista y hay una posibilidad». Esas fueron las palabras de Sheikh a la salida de esa reunión, cerca de las nueve de la noche. Menos optimistas son desde el lado de los empresarios aragoneses, donde no se quiere que se vea como una muestra de división que solo asistiera parte del grupo. Eso sí, se asegura por parte de los que no lo hicieron que no va a ser Sheikh el que les marque el ritmo de las reuniones. En ese encuentro, que duró poco más de una hora, se estableció una «declaración de intenciones nada más», se le hizo saber que el contrato firmado, que incluye el pago en 10 años desde el 2015 a Agapito de 9,8 millones, hay que respetarlo -desde la opción de Sheikh eso se matiza- y que no se venderán el total de las acciones que se le compraron al soriano (90,2%). Hoy han quedado para presentar a través de los abogados una oferta formal, con los avales, y para seguir negociando.

«La primera opción sigue siendo la mexicana, de hecho es la única que consideramos por ahora seria», se aseguraba anoche desde el grupo de empresarios aragoneses, aunque la opción que tiene en Luis Manuel Lobato Blanco a su cabeza visible sigue pendiente del acuerdo para el calendario de pagos con Hacienda después del acuerdo vinculante que llegaron los accionistas del Zaragoza con el grupo mexicano el 13 de junio. Para Sheikh ese acuerdo necesario con Hacienda, en todo caso, no es ningún obstáculo. «Yo estoy preparado para pagar y para continuar con el mismo contrato que ellos firmaron. Lo importante es salvar el Zaragoza, estoy aquí, dispuesto a hablar y a reunirme con ellos», resumió en su rueda de prensa. Dicho y hecho. Después, se reunió con los empresarios aragoneses. Al menos, con una parte de ellos.

«Veo difícil esa entrada con un contrato como ése. Ni una sola peseta a quien más daño le ha hecho al Zaragoza», proclamó Láinez, que también abogó por convencer a Kadir Sheikh de que nadie -en referencia al grupo de empresarios aragoneses- se lleve una comisión. Para dejar claro el valor de su apuesta, Sheikh mostró un talón de 1,9 millones para Hacienda, por el embargo de la licencia, y garantías bancarias por 31 millones de dólares, expresadas en dos certificados de solvencia, además de enseñar su DNI y su pasaporte. Nacido en Pakistán, Sheikh es ciudadano alemán y tiene fijada residencia habitual en Barcelona.