No siempre los Reyes Magos se cuentan de tres en tres. En ocasiones la suma se dispara por encima de la doble decena. Ni su repertorio de regalos se limita al oro, el incienso y la mirra. En su cargamento también hay hueco para utensilios más corrientes. Por ejemplo, entradas para ver un partido de fútbol. Sus majestades, por lo menos ayer, se transfiguraron en futbolistas con cara de zaragocistas. Pura magia. En otra buena acción navideña, y no es la primera, los jugadores de Paco Flores explotaron la vertiente más solidaria del deporte en la campaña de recogida de juguetes que año tras año está convirtiendo en buena una tradición dentro del club aragonés.

Durante dos horas, las oficinas del Zaragoza se convirtieron en una sucursal de los Reyes Magos donde todo aquel aficionado que llevaba un juguete recibía dos entradas (una infantil y otra de adulto) para el próximo encuentro que se disputará en La Romareda, ante el Betis en la Copa del Rey. Un trueque, ideado por el brasileño Gilmar hace ya varias temporadas, en el que los jugadores sirvieron de intermediarios. Todos los juguetes recogidos serán repartidos por diferentes ONG´s de Zaragoza. "Tampoco es que seamos Reyes Magos, pero estos actos son siempre positivos porque le puedes entregar un juguete a un niño, aún más en estas fechas, y ese es el mejor regalo que le puedes dar. Ellos siempre te responden con una sonrisa", comentaba ayer César Láinez.

Avalancha infantil

Los jugadores se fueron turnando ante los centenares de aficionados que acudieron a la cita con la generosidad. En la avalancha eran mayoría chavales que habían sacrificado alguno de los presentes de Papa Noel por la causa. Bueno, y por una entrada. "No cuesta nada venir aquí y ayudar un poco a los demás", reconocía Alvaro. "Y queremos ver al Zaragoza ganar", coreaban al unísono los gemelos Daniel y Alejandro. Entre los hinchas solidarios también danzaba alguna fan con pretensiones menos infantiles. Su ubicación era precisa: medoreando cerca de Espadas y Generelo. "De pequeño me encantaban los playmovil. Ahora sólo le pido salud", explicaba el centrocampista pacense.

El montón de juguetes se iba acumulando poco a poco en las oficinas del Zaragoza. Muñecos, juegos de mesa, coches en miniatura... un poco de todo, pero un mucho de mucho para los chavales que los recibirán. Y es que el circo millonario del fútbol también tiene su cara más solidaria. "Queremos darle otro regalo. Ganar al Betis. Y esperar que no haga tanto frío", deseó César Láinez.