Los dos jugadores americanos fichados por el CAI para esta temporada se presentaron ayer ante los medios, en el segundo día de preparación del equipo en el Príncipe Felipe, primero de Reynolds tras su llegada de EEUU después de su boda. Ambos jugadores se mostraron encantados con su llegada a Zaragoza. "Es una ilusión para cualquiera estar en esta cancha, jugar frente a 10.000 personas en Liga LEB es increíble, no hay nada igual en España.". Así de satisfecho se declaraba Antonio Reynolds. John Brown, sin atreverse a utilizar su castellano, señalaba que estaba igualmente contento con lo que hasta ahora sabía del club. "Conocí a algunos de los jugadores ayer, y por lo que sé es un equipo muy bueno, con una organización seria".

Los dos pívots llegan como una de las bazas más importantes para el ascenso del club, que esta temporada parece más cercano. Ellos no se atreven a darlo por seguro. "Hay que explicar a la gente que habrá que esperar hasta mayo. Ya he vivido la presión antes de conseguir el ascenso en otras ciudades (Murcia y Manresa) , y sé lo impaciente que está el público por asegurar la ACB", advirtió Reynolds. Aun reconociendo la dificultad, las palabras del estadounidense dejan entrever una gran confianza: "El ascenso es difícil, pero con este buen equipo y con el apoyo de la gente todo se puede conseguir". Para Brown el reto todavía será mayor al ser su primer año en la categoría de plata del baloncesto español. Pero no parece que esto le asuste, ya que declaró: "Es cierto que no estoy acostumbrado a jugar en LEB, pero al fin y al cabo todo es baloncesto. Espero adaptarme rápido.". No en vano el pívot está acostumbrado a cambiar de competición, al haber pasado por las ligas chipriota, portuguesa y yugoslava, donde llegó a participar en la Liga Europea. Con este bagaje está sobradamente capacitado para opinar sobre la competición nacional, que considera un gran reto. "La Liga española es una de las más duras que he conocido, muy exigente, y creo que fue un gran logro para mí el llegar hasta aquí".

VIEJOS CONOCIDOS Aunque en la plantilla sólo se mantienen tres supervivientes de la temporada anterior, el problema de acoplar a los fichajes puede verse suavizado por la complicidad existente entre algunos de ellos. Así, Cilla compartió vestuario con Brown la temporada pasada en el Manresa, y Galilea conoce a Reynolds del Polaris Murcia. Antonio se mostró encantado con los compañeros que había tenido tiempo de conocer en su primer día en Zaragoza, a los que calificó de "buena gente". Tanto él como Brown hicieron especial hincapié en sus ganas de jugar juntos. "Va a ser muy emocionante jugar con él, es uno de los mejores compañeros que podían tocarme en el equipo. Combina energía y capacidad para animar a la gente en la cancha", señaló Brown. Reynolds también elogió a su compatriota, con el que aseguró formar "muy buena pareja", además de contar con la ventaja de la experiencia de ambos en el campeonato español. "Con el resto de nombres importantes del equipo haremos una gran campaña" --añadió--. "Sólo pueden jugar cinco, pero es importante la experiencia y calidad que aportamos todos.".

Junto a la adaptación a los nuevos compañeros está la del entrenador, con quien ninguno ha coincidido hasta el momento. Reynolds no sufre por ello: "No le conozco pero espero que vaya todo bien, y que sea tan bueno como he oído". Con sus declaraciones el pívot devuelve el jabón que su técnico le dedicó al hablar hace un mes de su fichaje. Quintana le definió entonces como "un buen defensa, que juega muy bien sin balón y cuando está en la cancha hace mejores a sus compañeros". El mensaje de los jugadores fue el deseo de una rápida integración en el equipo, de cara a conseguir el ascenso en una categoría que "no deja de aumentar su nivel año a año", según Reynolds.