El base del Maccabi Tel Aviv Tyrese Rice le arrebató la novena Copa de Europa al Real Madrid con su enorme actuación en la recta final del partido, especialmente en la prórroga, en la que lideró a su equipo hasta el título (86-98), el quinto del conjunto macabeo en la máxima competición continental. Rice, quien también fue el autor de la canasta que culminó la remontada del Maccabi ante el CSKA el pasado viernes, ya estuvo a punto de ejecutar al Madrid en la última jugada del cuarto período cuando, con 73-73 en el marcador, erró el triple que hubiera dado la victoria a los suyos.

A estas alturas del choque, el pequeño base estadounidense ya se había echado el equipo a las espaldas y, en el tiempo añadido, donde anotó 14 puntos, dio todo un recital de muñeca, penetraciones, asistencias y fiabilidad desde la línea de tiros libres para acabar con la resistencia del Real Madrid. Rice fue el máximo anotador, con 26 puntos, y nombrado MVP de una final sorprendente que al Madrid se le escapó contra todo pronóstico. Pues, tras diecinueve años de sequía, parecía que el conjunto blanco confirmaría definitivamente esta noche su regreso a la élite del baloncesto europeo con un nuevo título de Euroliga.

Con Llull desaparecido en la faceta ofensiva (acabó el partido con 0 de 7) y el Madrid abusando de los triples (11 de 34), la irrupción de Hickman, primero, y Rice, después, resultó definitiva. En la prórroga, el recital del base del Maccabi fue a más, mientras que los de Laso solo eran capaces de anotar de tiro libre. A falta de minuto y medio, el Maccabi prácticamente había culminado la gesta (79-86), ante un Mediolanum enloquecido que parecía la Mano de Elías. Con un Rudy fallón en la hora de la verdad, los intentos postreros de Darden y Carroll sirvieron de poco. El Maccabi, que había perdido sus tres últimas finales de Euroliga, vuelve a reinar, contra todo pronóstico, en Europa.