No parece ni mucho menos que los caminos entre la Agencia Tributaria, entre el Departamento de Recaudación que dirige Soledad García, y el Real Zaragoza confluyan hacia el acuerdo, ni siquiera hacia el diálogo. Fuentes de la AEAT aseguraron ayer que no está en la agenda de esta semana ninguna reunión entre representantes del club aragonés y el subsecretario de Estado de Hacienda, Santiago Menéndez. Es más, se afirmó de forma contundente que "no nos consta ninguna petición formal para que dicha reunión se haya solicitado. Quizás solo han pensado pedirla y aún no lo han hecho", añadieron esas mismas fuentes, que no quisieron entrar ya en si concederán esa reunión en el caso de que reciban esa solicitud.

En el Zaragoza la visión es distinta. Se asegura que la petición ya se hizo desde el 5 de septiembre pasado y que Hacienda les ha ido dando largas, pero se afirma que, con la intermediación del Gobierno de Aragón y con otras vías, esa reunión con el subsecretario de Estado se ha solicitado y en Hacienda conocen esa petición, a la vez que ratifican su plena confianza en que ese cónclave va a tener lugar. En lo que sí coinciden ambas entidades es que esa reunión no está desde luego fijada en día y hora.

La semana pasada Hacienda decidió reclamar al Real Zaragoza 25 millones de euros por vía de apremio y le dio hasta el 20 de noviembre para pagar ese dinero. De esa cantidad, 18,5 millones corresponden a la deuda principal vencida el pasado 5 de septiembre, otros 3,45 a los intereses de demora y cerca de 4 más al 20% adicional que supone el inicio de la vía de apremio. El Zaragoza, además, ya ha realizado una queja formal en la oficina del contribuyente por el trato recibido por Hacienda y tiene preparado el recurso con medidas cautelares para que se paralicen los apremios y que permitan a su vez levantar los embargos que pesan sobre sus cuentas.

BLOQUEO CONTABLE En este sentido, el club confirmó ayer mediante un comunicado que no ha podido hacer frente al pago de impuestos correspondientes al IRPF y el IVA, ni a los desembolsos previstos a diversos acreedores, en una cantidad total que ronda los 400.000 euros. Ante esta situación la entidad ha solicitado el aplazamiento para el pago de sus obligaciones impositivas y ha iniciado conversaciones con los acreedores para retrasar sus compromisos. En estas delicadas circunstancias, el Zaragoza sigue trabajando para que Hacienda levante el embargo de las cuentas que impiden el adecuado funcionamiento de la entidad y, de forma paralela, generar los recursos que permitan garantizar el pago de las nóminas de todos sus empleados.