Pues sí, se puede perder y se puede ganar a la vez. Uno puede sentirse, de nuevo, muy decepcionado al perder un nuevo duelo, otro mano a mano, con un compañero de parrilla, pero ser inmensamente feliz tras el banderazo. Marc Márquez (Honda), campeón, pentacampeón de MotoGP y líder destacado del Mundial, perdió en Silverstone frente a Álex Rins (Suzuki), que se pasó la carrera detrás del muchacho de Cervera y, al final, en la recta de meta, tras intentarlo por fuera en la última curva, le derrotó en aceleración por 13 milésimas de segundo, algo parecido a lo que le ocurrió hace quince días en Spielberg (Austria) ante Andrea Dovizioso (Ducati).

Márquez, que se pasó la carrera liderando el grupo y que quería que Rins, con ascendencia familiar en Valdealgorfa, le diese el relevo para no desgastarse tanto («pero Álex no ha querido y yo no he tenido más remedio que tirar, pues temía que si llegaba Maverick Viñales con la Yamaha acabase tercero»), dio un paso de gigante para renovar el título, ya que ahora (a falta de 175 puntos en juego) tiene 78 de ventaja sobre ‘Dovi’, que se cayó en la primera curva al no poder evitar la caída del joven Fabio Quartararo (Yamaha), que se despistó al ver un gesto de duda de Rins y asustarse. Dovizioso le pasó por encima y salió despedido.

La pareja Márquez-Rins, duelo inédito hasta ahora, siempre fue delante en carrera, mientras la pareja oficial de Yamaha, Viñales y Valentino Rossi, les seguían, pero ya muy lejos, pese a que el piloto catalán de la marca de los diapasones se acercó, al final, a la pareja de cabeza de carrera, cruzando la meta en tercera posición y provocando un nuevo triplete español en el podio del Gran Premio de Inglaterra.

TRIPLETE ESPAÑOL

En Moto3 se impuso Marcos Ramírez, mientras que en Moto2 Augusto Fernández derrotó a Jorge Navarro y Álex Márquez se fue al suelo pero continúa como líder del Mundial. «Solo puedo decir que ha sido una maravillosa carrera», reconoció Rins al bajar del podio. «A falta de dos vueltas, he cometido un error que me hubiese podido costar el triunfo, ya que creía que era el último giro y por eso he forzado y he pasado a Marc. Por suerte me he podido recuperar y, al final, con mejor aceleración he podido coronar mi estrategia por centímetros sobre la línea de meta. No puedo estar más contento, vencer al campeón de esta manera. ¡Vamooooos! ¡Tremendo, tremendo!, he derrotado a dos leyendas en mis dos triunfos de este año: a Rossi en Texas y a Marc, en Inglaterra», acabó gritando de modo eufórico.

«Lo único que quería era asegurarme el mayor número de puntos posible», comentó Márquez, que estaba radiante, pese a que tuvo que llegar al ‘corralito’ de Silverstone montado en una Yamaha de un comisario pues, al parecer, su Honda RC213V se quedó sin gasolina en la vuelta de honor. «Yo quería que Álex tirase un poco, para no desgastar tanto mi rueda trasera, pero él no quería y temí que Viñales se acercara y, por tanto, arriesgarme a quedar tercero. Por eso tiré y tiré y, al final, mi neumático trasero estaba ya muy maltratado y, cuando Rins apretó en la recta, tuvo mayor y mejor tracción. Además, en la última curva se me ha ido de delante y, ahí, o cortas o te caes. Pero, bueno, 20 puntos más de ventaja sobre ‘Dovi’, que espero que esté bien».

Lo cierto es que Dovizioso, según informó Davide Tardozzi, uno de los jefes de Ducati, a DAZN, el piloto de Forli estaba bien, aunque había sufrido un gran golpe en la espalda y, sobre todo, una pequeña conmoción. «Andrea ha perdido un poco la memoria y por eso hemos preferido que se lo llevasen a un hospital de Coventry para que le hiciesen un scanner y quedarnos tranquilos», comentó el dirigente italiano.