El reconocido Tommy Robredo y el emergente Albert Montañés, los dos únicos supervivientes de la armada española en la ronda de cuartos de final, dieron un nuevo y trabajado paso hacia la final del Open Seat Godó al derrotar ayer respectivamente en tres sets --tras perder ambos la primera manga-- al chileno Fernando González --4-6, 7-5 y 7-6 (7-2)-- y al argentino Agustín Calleri --4-6, 7-6 (7-3) y 6-3--.

Tras una jornada en la que cayeron nombres como Gustavo Kuerten y David Nalbandian, los dos tenistas afrontarán hoy las semifinales con distinto pronóstico. Robredo será claro favorito (17.00 horas, La 2) ante el desconocido belga Kristof Vliegen, que ayer derrotó contra todo pronóstico a Nalbandian, finalista en Wimbledon en el 2002. Montañés partirá como víctima propiciatoria (14.45 h) del argentino Gaston Gaudio, campeón en el Godó en el 2002 sobre Albert Costa y verdugo ayer de Kuerten, que se retiró lesionado en la cadera.

OBSEQUIO Robredo se quiere regalar hoy un bonito obsequio de aniversario, el día que cumple 22 años. El tenista, miembro habitual del equipo de Copa Davis, cuarto finalista en Roland Garros en el 2003 y ganador ya de algún torneo menor del circuito ATP, quiere regalarse su primer final en Barcelona, cosa que parece tener al alcance ante Vliegen, un belga de 21 años situado en el puesto 136º del mundo. "Si se entrena fuerte y se lucha, los resultados acaban por llegar", reflexionó Robredo tras apear ayer a Fernando González, que dominaba el partido por 6-4, 5-4 y servicio a favor.

Si para Robredo la final es una realidad lógica, para Montañés supondría un sueño, tras materializar ayer un milagro al levantar dos bolas de partido a Calleri con 4-6, 4-5 y 15-40 en contra. "¿Por qué no puede haber una final española este año?", se animó Montañés.